miércoles, 1 de mayo de 2013

El Sr. Sub Secretario de Salud y el doble discurso


Veíamos en un informativo al Profesor Briozzo decirnos que no se debía generar alarma a la población por las muertes ocurridas en los servicios de ASSE, porque hasta ahora sólo una, la de Paso de los Toros, era claro que pudo haber sido evitable.

No parece entendible cómo un catedrático de ginecotocología, puede hacer tamaña afirmación, cuando es razonable presumir que el bebé fallecido en Durazno y la puérpera también fallecida en el mismo hospital, perdieron la vida por causas vinculadas a la evolución de su gravidez, a la falta de servicios adecuados para su tratamiento y de los medios de traslado necesarios para darles la asistencia que la gravedad de las situaciones requería.

El Senador Solari manifestó que tenía información de 9 muertes posiblemente evitables y conociendo la realidad y teniendo en cuenta estos hechos de los últimos tiempos, no hay ninguna razón para dudar de su planteamiento.

También supimos de una paciente que trianguló entre el Filtro, el Hospital de Las Piedras y el Sanatorio Español, en busca de un CTI, falleciendo en el camino. Nunca escuché que una forma de tratar una infección pulmonar severa fuera sacarla de paseo en ambulancia.

Hemos escuchado a la Sra. Ministra decir que junto a las autoridades de ASSE pusieron en marcha un programa de regionalización y difundieron la “Ordenanza de Maternidades”.

La regionalización, por lo visto, brilla por su ausencia.

La Ordenanza de Maternidades dice que se debe crear un manual de “Buenas Prácticas Asistenciales, basadas en la experiencia científica” Seguramente la idea debía de ser, crear un marco normativo que dijera que los partos no se pueden atender donde no hay condiciones para hacerlo y para resolver sus complicaciones eventuales, que defina con claridad los planes de contingencia previstos para cuando suceden fallas imprevistas del sistema, que exprese con claridad a dónde y en qué se debe trasladar a los/las pacientes cuando la gravedad de su patología lo requiera, etc.

El Manual de Buenas Prácticas, por lo visto, parece que también brilla por su ausencia.

También se nos ha dicho de la existencia de las Comisiones de Seguridad de los Pacientes (COSEPA), que entre sus cometidos debería estar el de denunciar aquellas situaciones que ponen en riesgo la “seguridad de los pacientes”.

Estas comisiones parece que también brillan por su ausencia.

Como se podrá apreciar y sin conocer los casos que plantea Solari, la situación parece no dar para más y no se trata de generar alarma pública con fines proselitistas sino de hacerle ver a la población que nos han mentido y nos siguen mintiendo. 

Por último quiero afirmar con toda claridad que entiendo que hay fallas severas en la gestión de los servicios de ASSE, pero también parece indiscutible la incapacidad del Ministerio de Salud para tutelar la salud pública en general y la salud materno infantil en particular.