Esta crónica de El País debería generar profundas reflexiones.
Parece absolutamente claro que
Andrés Toriani logró cumplir, aunque sea parcialmente, el objetivo de convertir
ese Hospital y su Centro de Salud en servicios de un nivel muy superior al que
tenían cuando llegó a la Dirección.
¿Eso está mal?
Nadie puede pensar que el
objetivo haya estado mal definido, porque en definitiva puso todo los esfuerzos
en satisfacer las necesidades de la gente y hasta sorprenderlos con servicios
que no esperaban. Eso está en la base de la cultura de la CALIDAD.
Lo que sin lugar a dudas hizo mal
es el CÓMO
- Lo hizo salteándose todas las normas, habidas y por haber.
- Lo hizo llevándose por delante poderes muy fuertes como el de la FEMI, despojando a su filial local de ingresos muy importantes que seguramente sostenían parte de su estructura, sin negociarlo previamente y tratando de alcanzar un GANAR - GANAR.
- Lo hizo ignorando cuál había sido su postura cuando reclamaba que ASSE dejaba sin ingresos importantes a la mutualista MIDU que el PC dominaba, cuando se fortalecieron los CTI del organismo.
- Lo hizo instrumentando de manera absolutamente fuera de la legalidad, una suerte de acuerdo asistencial de frontera, aprovechando la capacidad instalada del otro lado de la calle que separa ambas naciones, sin el respaldo de acuerdos que se negocian desde hace muchos años.
- Logró radicar especialistas mediante el criterio de mercado de pagar más y mejor, ignorando la oferta local, que seguramente debe de estar desbordada para atender la duplicidad de servicios públicos y privados, pero que en el marco de estrategias de complementariedad se podrían utilizar de mejor y más eficiente manera.
- Lo hizo creyendo que su partido político, usurpador del gobierno de las áreas sociales, tenía más poder que el real y con eso podía esgrimir una suerte de PATENTE DE CORSO
Uno se pregunta, qué alternativas
hubiera tenido si hubiera estado en su lugar y si se hubiera planteado
similares objetivos.
Aplicando la estrategia de APS,
impulsada por OPS desde Alma Ata y puesta en práctica por el ministerio nacionalista
a la salida de la dictadura, quien dirigiera esa unidad ejecutora, debería
haber identificado los recursos locales disponibles y tratado de encontrar
soluciones de complementariedad entre los diferentes actores.
Debería haber aprovechado la
fuerza de su sector político para encontrar, a nivel de cancillería, las
alternativas requeridas para lograr acuerdos de frontera, que le permitieran
intercambiar recursos en beneficio de las dos poblaciones.
Debería haber impulsado
alternativas de coordinación y complementación en aquellas áreas que duplicadas
requieren más recursos de los necesarios. (Emergencias, maternidad, cirugías,
etc.)
En suma, debería haber utilizado
una mirada holística, reconociendo que estaba a cargo de una parte del Sistema
Departamental de Salud, que a su vez integra el Sistema Regional y el tan
manido y poco real Sistema Nacional Integrado de Salud.
Por último creo que debe quedar
en claro que nunca el fin debe justificar los medios y si obligar a buscar las
formas de hacer posible lo necesario. Que la soberbia del poder, en sociedades
democráticas, tiene límites. Y que siempre se debe de tener muy claro, como
lección de vida, que es muy jodido escupir para arriba, cuestionando y
criticando todo lo que se hacía cuando Toriani y Carámbula eran diputados
comunistas, ya que la vida los puede poner del otro lado del mostrador y la
saliva caerles encima.