domingo, 15 de diciembre de 2019

El hospital de ojos


¿Se precisan oftalmólogos o cataratólogos? ¿Qué se ha hecho con los técnicos supuestamente entrenados durante estos 12 años y 95000 intervenciones? La inversión realizada ha sido eficaz pero no sabemos si ha sido eficiente. 

Muchas horas de comunicación se han destinado a este tema y tengo la sensación de que en la mayoría de los casos su tratamiento es muy parcial.

Con toda franqueza creo que estos hechos generan demasiadas dudas.

Hay algo que no puede ser ignorado y en lo que todos estamos de acuerdo. Han transcurrido más de 12 años desde que se inició este experimento. Hay un número muy importante de compatriotas que han recuperado la vista y el impacto se focaliza en la población más vulnerable, cuya capacidad de pago de  estos tratamientos, a nivel privado, era insuficiente.

Como casi todo lo que se ha hecho hasta ahora, no hay información alguna sobre la evaluación del impacto, más allá de lo que señala el sentido común.

Por lo tanto no parece lógico dudar del para qué y si ponernos a analizar el cómo.

Surgió, después de 12 años y a raíz de la solicitud de revalidar sus títulos por parte de algunos de los actores del experimento, el cuestionamiento por parte de la cátedra de oftalmología de su capacidad académica para ejercer como especialistas en el territorio nacional.

Eso trae como primer interrogante la oportunidad del cuestionamiento después de tanto tiempo. ¿Por qué no se hizo antes? Las cosas no suceden por casualidad sino que uno debe tener la costumbre de preguntarse cuáles deben ser las causas de esa omisión.

La segunda pregunta que se debería hacer, es si en realidad es necesario ser oftalmólogo certificado para hacer ese tipo de intervención o se trata de una técnica que aprendida puede ser ejecutada por quien se haya entrenado sin perjuicio de su formación académica.

Sabemos que en el primer mundo el control y la asistencia de los embarazos y partos normales es realizado por parteras y no se requiere la participación de un ginecoobstetra salvo que sea necesario intervenir quirúrgicamente, alterándose la relación entre los profesionales, donde el médico especialista es un colaborador de la partera.

También se ha desarrollado en el mundo una especialidad, la Medicina Familiar y Comunitaria que resuelve el 85% de las consultas, desplazando a los pediatras y a los ginecólogos y otros especialistas del Primer Nivel de Atención y situándolos en la condición de consultantes, referentes de los primeros.

Quizás lo que se precisa para mantener el servicio son cataratólogos y no oftalmólogos y siendo una patología tan frecuente, se deberían preparar el número de expertos necesarios para realizar estas técnicas en el interior del país.

En relación a esta especialidad, durante mucho tiempo, ha existido otra disputa por el espacio de los ópticos en la tarea de recetar lentes. Creo que hoy por hoy, no se discute que con el adecuado equipamiento la tarea de recetar lentes se ha automatizado de tal manera que dejó de ser un requisito la especialidad.

El rol del MSP como rector del sistema parece haber quedado de lado frente a un acuerdo académico entre gobiernos y facultades, generando una disociación entre lo que se exige en el mutualismo y en el resto de la actividad privada y lo que no se exige para resolver este problema.

¿Cómo es posible que hayan pasado 12 años sin que el MSP se cuestionara la calidad de un servicio prestado por profesionales extranjeros, en forma permanente, durante todo ese tiempo.
¿Hizo el MSP alguna investigación sobre la prevalencia de las cataratas, sobre la demanda de RRHH para atenderla satisfactoriamente, sobre cuál debería ser el perfil de esos profesionales, la distribución geográfica  de los pacientes o dónde se podrían realizar estas intervenciones en el interior el país?

Otro tema que no parece estar lo suficientemente claro es cuánto ha sido el costo real de este servicio dado a la comunidad o compartiendo lo que algunos han dicho, cuánto ha sido la inversión destinada a resolver esta inequidad.

Se dice que la Cátedra de Oftalmología plantea restricciones a la hora de atender las demandas de post grados. Si la demanda de expertos para resolver esta problemática es conocida, ¿No se deberían haber encontrado soluciones para levantar esa restricción?

En un sistema de gestión de los RRHH una de las tareas pasa por la definición del perfil de los cargos y ahí pueden no ser tan necesarias algunas exigencias que el mercado laboral y sus operadores  deben cumplir.

Y tampoco están demasiado claras las razones por las que un país, tradicionalmente defensor de los DDHH, ha permitido lo que según surge de algunas informaciones, que afirma que del salario destinado a esos técnicos sólo reciben  un porcentaje muy bajo y el resto se paga al Gobierno Cubano como una suerte de overhead o comisión por respaldar el acuerdo. En general el porcentaje destinado a ese rol es exactamente al revés.

Como todo lo que se ha hecho en materia de salud, alcanzó con la vidriera y se ignoró el resto. 

Quedamos atrapados entre conflictos de intereses, sin tomarse el trabajo de encontrar soluciones permanentes, definitivas y sostenibles, para todo el sistema y no sólo para una parte del mismo.

¿Existe alguna previsión para no seguir dependiendo de los cubanos o existen razones extra asistenciales que justifiquen la presencia de estos enviados.?

Las sociedades científicas, las gremiales anestésico quirúrgicas, el SMU, la UDELAR siempre tan estricta, nunca se plantearon dudas al respecto.

Por último. ¿Qué hubiera sucedido si un invento de esta naturaleza lo hubieran impulsado los blancos o los colorados. ¿No se habría incendiado la pradera?

Muchas cosas para analizar y discutir. 

jueves, 5 de diciembre de 2019

Fibrodisplasia Osidificante Progresiva

Me llegó este mensaje y he leído algo sobre la enfermedad que es muy rara.

Contribuyamos a encontrar más enfermos con este mal, retransmitiendo este mensaje. Es un caso real y es una niña que padece una rara enfermedad:
FOP (Fibrodisplasia Osidificante Progresiva).

Esta enfermedad es una OSIFICACION PROGRESIVA de los Músculos y Huesos no tiene cura y la idea es saber más sobre ella, nacen huesos en cualquier zona del cuerpo: (músculos, tendones, etc. y estos no son operables, si no, crece uno más fuerte).

Solo les pido divulgar este mensaje entre todos sus contactos porque falta ubicar a 3 familias para ubicar el gen exacto y así estudiarlo y hallar remedio a estas criaturas que tanto
sufren, ya que los llegan a incapacitar y su cuerpo se va convirtiendo en huesos.

María Claudia actualmente es oxigeno-dependiente y su caja toráxica no se desarrolla, pero sus órganos sí, eso hace que
el espacio sea cada vez más pequeño y no le permite respirar.

No se trata de dar dinero sino de hacer una red de búsqueda e información para ayudar a una pequeña.

"HOLA SOY MARIA CLAUDIA"

NO PIDO DINERO.

TENGO UNA ENFERMEDAD LLAMADA 

FOP (Fibrodisplasia Osidificante Progresiva), que afecta a 1 en 2 Millones de personas.

Y NECESITO ENCONTRAR TRES FAMILIAS QUE TENGAN ESTA ENFERMEDAD, PARA QUE SE COMPLETE UNA CADENA DE 10 FAMILIAS Y
PUEDAN ENCONTRAR LOS GENES QUE ORIGINAN ESTA ENFERMEDAD Y ASI
PODER ENCONTRAR SOLUCION A MI ENFERMEDAD.

NO TE ABURRAS EN LEER ESTAS LINEAS Y ,
SI PUEDES AYUDAME, YO
TAL VEZ NO TE PUEDA CONOCER NUNCA, PERO DIOS QUE ES GRANDE Y
DIVINO, TE BENDECIRÁ. CON CARIÑO.
MARIA CLAUDIA"

POR FAVOR, NO LO BORRES SIN  RETRANSMITIRLO
A TUS CONTACTOS.
TAL VEZ PODAMOS AYUDAR A ESTA NIÑA.

NECESITA ENCONTRAR 3 FAMILIAS DONDE SE PADEZCA ESTE MAL.


sábado, 26 de octubre de 2019

Las elecciones de mañana y la Salud en el Uruguay


Mañana entre muchas otras cosas se juega el futuro de la salud en el Uruguay.

Durante estos 15 años el FA ha mostrado una incapacidad total para resolver el tema de la atención de la salud para muchos uruguayos.

De la misma manera que no han podido con la educación o con la seguridad o con otras tantas cosas, no han podido o no han querido hincarle el diente al mercado de la salud porque entre otras cosas hay demasiados intereses económicos fuertemente vinculados con el poder de esta fuerza política.

Han casi monopolizado especialidades, han protegido endeudamientos de algunas instituciones en dimensiones impensables, han permitido todo tipo de conflictos de intereses a lo largo y ancho de todo el país, mientras localidades quedan sin cobertura alguna.

Han ignorado a 165000 niños y adolescentes que viven en asentamientos con todos los riesgos sanitarios imaginables y ahora salen a comprometerse sin recursos a resolverlo.

El Uruguay malgasta en salud casi el doble de lo que gasta en educación y hoy tenemos localidades como Punta del Diablo que no tiene cobertura para sus casi 2000 habitantes permanentes y para algún turista que se le ocurra internarse en ese abandono asistencial.

Sin embargo dicen haber logrado el mayor avance en políticas sociales con la reforma de la salud, que de reforma no tuvo prácticamente nada.

Estos últimos tiempos hemos estado trabajando sobre las propuestas de los diferentes partidos de la oposición, para mejorar los resultados del Sistema de Salud del Uruguay y el gasto desproporcionado en función de esos resultados y hemos encontrado muchas más coincidencias que discrepancias.

Por eso es tan importante lo que hagan mañana.

Voten lo que se les ocurra pero no sigan manteniendo incapaces en el poder que mienten sin escrúpulos.

jueves, 3 de octubre de 2019

La Reforma de la Salud, el mayor logro de estos 15 años, poblados de fracasos

Mi columna en La Democracia Digital

La mentira, herramienta tradicional de la izquierda uruguaya, ha estado y sigue estando en la base de la FALSA REFORMA DE LA SALUD

La salud no figura como prioridad en la preocupación de los uruguayos. Los voceros del oficialismo sostienen que es porque la reforma de la salud mejoró de tal manera la cobertura asistencial que dejó de ser un tema preocupante. Desde que tengo memoria nunca lo fue, porque entre otras cosas no existía impedimento alguno para que quien lo necesitara fuera asistido.

Días pasados concurrimos a una convocatoria organizada en el Instituto de Higiene de la Facultada de Medicina de la UDELAR, en la que los partidos políticos debían presentar sus prioridades en el tema de la salud.

Lamentablemente tenemos visiones bastante diferentes sobre las prioridades que debe tener quien se haga responsable del MSP. Por lo menos para mí ha quedado en evidencia la distancia que a veces hay entre la academia y la experiencia que genera baquía.
Nada de lo dicho deja de ser importante, la gran discrepancia es el lugar de la carreta, adelante o detrás de los bueyes.  

Escuchar la ponencia del Dr. Miguel Fernández Galeano como asesor del Ing. Martinez, no hizo más que confirmar lo que vengo sosteniendo hace ya bastante tiempo y que de alguna manera se confirmó cuando la supuesta reforma cumplió 10 años de su aprobación parlamentaria, el FA va a utilizar dicha falsedad como uno de sus mayores logros.

Y si eso es así, como me lo imagino, quienes tenemos el privilegio de haber alcanzado los 73 años y haber transitado la vida profesional por los más variados puestos de trabajo y algunos de dirección, nos convertimos en una suerte de memoria viviente que no puede dejar de asombrarse cuando descubre que estos personajes mienten, basados en la ignorancia de la gente de lo sucedido hace tanto tiempo.

La afirmación que me hizo perder la paciencia con la que me había cubierto después de recordar, a la entrada, que en ese estacionamiento me secuestraron los tupamaros cuando salía de clase, para experimentar el vehículo que yo tenía, que recién había salido al mercado, fue algo que le había dicho a Martín Lema en un debate televisivo, reforzada sobre la base de que Martín era demasiado joven para saber de eso. Miguel volvió a sostener, con total desparpajo, que hasta que llegó el FA al gobierno los hospitales era hospitales pobres para pobres.

Cuando tuve oportunidad de preguntar le consulté si él tenía alguna idea de cómo la FEMI, que atiende a la clase media, media alta y alta de la sociedad del Interior del país, había prestado la asistencia de aquellos afiliados que debían internarse y que debía saber que lo había hecho durante mucho tiempo en los únicos centros con capacidad de internación que existían en todo el país.

Me respondió con la manida frase del aumento de los recursos asignados a ASSE, pero nada dijo de mi afirmación. Obviamente nada tenía para decir ante una memoria viviente que estaba presente

Aparte de esa falsedad, dicen haber impulsado una profunda reforma de la salud y que gracias a ellos hoy el país cuenta con un Sistema Nacional Integrado de Salud.

La primer pregunta que surge es qué era lo que ha existido en el país, prácticamente desde la época de la Colonia. Si nos ajustamos a lo que significa el concepto de sistema, que implica un conjunto de estructuras, con una misma finalidad y en un mismo espacio, desde el principio mismo de nuestra historia hubo salud para los soldados, salud para los indigentes y salud privada. 3 estructuras diferentes a las que más tarde, en el siglo XIX, se suma el mutualismo con la creación de la Asociación Española y otras mutualistas.  Por lo tanto lo de haber creado un Sistema  es absolutamente falso.

Le agregaron lo de Nacional, como si hasta la llegada de estos reformadores en el país no había asistencia. Basta recorrer el país, cosa que seguramente no han hecho los opinólogos, para comprobar la vejez de algunos hospitales y Centros Auxiliares a  lo largo y ancho del territorio. En virtud de estas evidencias, lo de nacional ya lo era desde principios del siglo pasado, bastante  antes de la llegada del Frente Amplio al gobierno o de lo contrario como Director de ASSE anduve visitando servicios que no existían.

Lo único innovador fue el agregado de Integrado que, pese a que mencionan algunas centenas de acuerdos muy parciales y de muy escaso impacto para lo que habría que hacer, cambios profundo en la integración no han logrado ninguno. Para prueba basta comprobar que siguen existiendo más de un servicio de emergencia en poblaciones que no lo justifican y, que pese a que la enorme mayoría de los partos se hacen en el mutualismo hay siempre más de un prestador para atenderlos. El caso de Paso de los Toros, cuando falleció una parturienta porque no había ginecólogo de ASSE, mientras había uno de guardia, a pocas cuadras, en la mutualista que asiste sus partos en el hospital, es apenas una muestra de la falsedad  que se esconde detrás del maquillaje marketinero que le dieron a lo que ya existía y lo convirtieron en el mayor logro de sus políticas sociales.

Esgrimen como conquista la universalidad en la accesibilidad a los servicios asistenciales, ignorando que nunca existió persona alguna que no fuera atendido si lo necesitaba. Prueba irrefutable de ello fue la asistencia a un Senador de la República del FA, el tristemente recordado por mentiroso Nicolini, que se internó en el Pasteur o el desborde de consulta que siempre existe  en el hospital de Maldonado cuando los turistas recurren a él para no pagar los altos costos de los servicios privados.

Lo que no se puede discutir es que terminaron creando un Seguro Nacional de Salud, solución propuesta por el Partido Nacional en 1985, presentada en el Senado de la República, que redactamos con mi hermano de la vida el Dr. Joaquín Lucián y el Dr. Gonzalo Aguirre que le dio forma de ley, a pedido de Wilson Ferreira Aldunate. 

Lo increíble es recordar las causas por las que no prosperó aquella propuesta. Además de que el gobierno entendió que el costo era muy elevado y había que exigirle demasiado a la gente que salía de la gran crisis de los 80, el Frente Amplio se oponía radicalmente porque según ellos se trataba de una propuesta privatizadora, como en la realidad ha sido esta ley que propusieron y aprobaron hace 10 años. Jodida paradoja, terminaron impulsando lo que 30 años antes habían combatido.

Obviamente lo que no aclaran es que pese a la propaganda ha quedado mucha gente fuera de la cobertura del FONASA, porque alcanzaron los 18 años y dejaron de estar cubiertos por el aporte de sus padres, otros porque sus ingresos no alcanzan a una determinada suma mensual y finalmente aquellos que no trabajan que cada vez son más. Ahora prometen hacer ingresar a los jóvenes entre 18 y 23 años, pero no tienen seguridad porque eso va a exigir un refuerzo de rubros que el déficit que dejan va a tornar sumamente difícil de concretar.

Esta columna es sólo el inicio del tratamiento de este tema, porque me he propuesto intentar no llevarme conmigo esta información cuando me llegue el llamado del Señor.


jueves, 19 de septiembre de 2019

Coincidencias en salud


"Sólo con un gran acuerdo nacional, que ponga en el centro los intereses genuinos y constitucionales de la gente, se podría iniciar el proceso de cambio que el sector requiere"


Junto con Gustavo Gaye hemos estado concurriendo a una serie de charlas sobre las propuestas en salud de los diferentes partidos, organizadas por la Maestría en Dirección de Empresas de Salud de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo. Solo nos falta la del Partido Nacional que obviamente conocemos por haber asistido a las reuniones del grupo.

Lo más interesante es haber comprobado la coincidencia de todos los partidos opositores,  no solo en el diagnóstico de situación, sino en la mayoría de las propuestas.

Confirma lo que sostiene Luis Lacalle Pou cuando afirma que son muchas esas coincidencias y que si la actitud del próximo gobierno pasa por la búsqueda de soluciones entre todos, es posible mejorar las condiciones en que vive la gente. Con Gustavo y otros colegas del resto del espectro político, esperamos colaborar en ese sentido

En un sector que invierte, sobre todo en la atención médica de todos los ciudadanos de la República, casi el 10% del PBI, encontrar acuerdos entre los partidos que hoy representan a la casi 2 terceras partes de la población, es una información muy auspiciosa.

Todo lo que se invierte en educación (Inicial, Primaria, Secundaria, UTU, UTEC, Formación docente, Universidad, Hospital de Clínicas) representa aproximadamente el 5% del PBI. En Salud se gasta casi el doble.

Las soluciones necesarias son muy complejas porque salvo el haber aumentado la base impositiva, la mayor parte de los problemas siguen permaneciendo en condiciones similares a como sucedían cuando se puso en funcionamiento ASSE en 1988.

Lo que se puede asegurar es que hay dos áreas muy definidas de acción:

En primer lugar todo lo que hace a la recuperación del Rol de Rector del Sector que debe ejercer el MSP (ahora según algún columnista de La Diaria se debe decir MS, porque llegaron a la conclusión que es rector de todo el sector y no del público, ignorando que lo público y lo privado se relaciona con los prestadores y no con la salud de la población que sin lugar a dudas es Pública) Son muchas las variables a tener en cuenta y para eso se requiere del aporte de gente con experiencia en el Casco Central (la estructura central del Ministerio) y de conocedores de la intrincada trama de intereses que participan fortaleciendo el comité de obstáculos que impide la mayor parte de los cambios.

En segundo lugar es necesario definir dónde se puede mejorar la gestión, en la búsqueda de una mayor racionalidad y los consiguientes ahorros necesarios, que permitan financiar los aumentos de costos que la asistencia de la salud, seguramente va a requerir.

Lo que queda claro, después de coincidir en los diagnósticos, es lo que he sostenido en referencia a que la famosa reforma de la salud,  tuvo muy poco de reforma, que la mayor parte de los logros anunciados ya existían, que lo más revolucionario tiene que ver con la consolidación de un Seguro de Salud, que el Partido Nacional propuso en 1985 y no se concretó porque era necesario sacarles mucho dinero a la gente y que la izquierda rechazaba porque era privatizador y que la participación del empresariado médico ha tenido actores de relevancia entre los propios gobernantes.

Sólo con un gran acuerdo nacional, que ponga en el centro los intereses genuinos y constitucionales de la gente, se podría iniciar el proceso de cambio que el sector requiere.

viernes, 26 de julio de 2019

El corte de la calefacción en el Hospital Vilardebó. Otra muestra del doble discurso del FA



Durante un tiempo oímos hablar de la nueva Ley de Salud Mental como un logro más en el marco del mayor éxito en materia de políticas sociales, el SNIS. Me refiero a la ley que pretende transformar la atención de la salud mental en el país.


En primer lugar se olvidaron decir que en realidad, durante todo el año 1986, se discutió con todos los actores de la especialidad un Programa Nacional de Salud Mental, que fue aprobado por el Ministro Nacionalista Raúl Ugarte Artola, pero que no se puso en práctica por razones presupuestales.

No me lo contaron. Participé de ese proceso, como Director del Hospital Vilardebo.

Ya en ese entonces desde Italia venía una onda deshospitalizadora, que en la propia Italia terminó generando un problema enorme de pacientes mentales en plena calle.

También en esa época se proponía como muy novedosas, las “casas de medio” camino que ahora estos iluminados refundadores de la patria, han descubierto como la gran salida. Por esa manía de refundar e ignorar lo que ya existía, no averiguaron por qué  no habían funcionado, entre cuyas razones estaban los recursos económicos que una alternativa de esa naturaleza implicaban.

También olvidaron consultar sobre el éxito de la estrategia deshospitalizadora aplicada en la ciudad de Durazno, en aquella época, en virtud de la cual prácticamente no había pacientes crónicos hospitalizados. El secreto radicaba en un equipo integrado por el psiquiatra de esa ciudad, que contaba con personal de enfermería que recorría los domicilios de los pacientes que padecían enfermedades mentales, evaluaban su evolución según un protocolo definido por el especialista, controlaban el correcto uso de la medicación pero que además contaba con el invalorable recurso de la contención por parte de los vecinos del barrio entre los cuales  el paciente era un ser más que convivía permanentemente con ellos. Si surgía algún síntoma de descompensación, el paciente era visto por el especialista, se le ajustaba la medicación y en el peor de los casos se le internaba en una muy corta estadía hasta que recuperaba su estado de compensación y volvía a su comunidad.

Para ello qué se precisaba: Un especialista capaz de trabajar en equipo, con la medicación disponible, con un equipo trabajando en comunidad, con protocolos adecuados, con una familia que lo contuviera en su domicilio y con una comunidad continente donde el paciente funcionara normalmente sin riesgos para él, ni para sus vecinos.

Hoy nos enteramos que el sindicato del hospital Vilardebo denunció ante la justicia que el sistema de calefacción del hospital tiene graves riesgos de generar un incendio y las autoridades resolvieron apagarlo y dejar a los pacientes sin ninguna calefacción, cuando quienes trabajamos en ese hospital sabemos de las características de las salas, con techos altísimos, vidrios rotos y un frío casi de intemperie.

Han resuelto cerrar el Vilardebo, cosa que intentó la dictadura en su última etapa y no pudo hacer y como no les da la nafta para hacerlo bajo su responsabilidad, han optado por ir cerrando el grifo hasta que se termine cerrando por si solo.

Lamentablemente me hace acordar a una estrategia que implementaron también al final de la dictadura con la Colonia Santín Carlos Rossi donde llevaban a los pacientes en peor estado de salud y prácticamente se los abandonaba, liberados a su destino.

La salud mental requiere de grandes reformas, en función de lo que hoy no se hace por ella, de la nueva realidad donde las drogas están haciendo su daño  y las soluciones deben encontrarse entre todos y no vendiendo leyes impracticables que sólo sirven para hacerle creer a los incautos que están haciendo algo.

sábado, 11 de mayo de 2019

¿A quién le importa el tema de la salud?


Mi columna de esta semana en La Democracia Digital 


Lo más preocupante es comprobar que quienes aspiran a gobernar los destinos del país, o ignoran el tema o lo manejan con absoluta ligereza, dando muestras de un grave desconocimiento del impacto social, del impacto que tiene el gasto en salud en las finanzas públicas y de las oportunidades de mejora que, un racional uso de los recursos, puede tener para atender los futuros incrementos en los costos.

Confieso que llevo muchos años dedicado a este tema, como actor en diferentes cargos y posteriormente como observador privilegiado en función del vasto conocimiento que tengo sobre la estructura de servicios de salud y sobre las necesidades insatisfechas que percibo emergen de la realidad.

Escribo regularmente mi columna especializada en La Democracia, realizo comentarios en mi muro de Facebook y tengo un blog que ha generado 37200 visitas al día de hoy.

Sin embargo percibo que el tema, analizado desde la estructura de los servicios, desde las  carencias  identificadas, no es de interés para el público en general.

La falta de algún medicamento, las necesidades de algún tratamiento muy específico, las irregularidades en la gestión de algunos servicios estatales, aparecen como disparadores del interés colectivo.

Pero a muy pocos parece interesarles saber por qué se gasta tanto y tan mal en la salud.

Son muy pocos los que toman real conciencia que en la salud se gasta casi el 10% del PBI (prácticamente el doble de lo que se gasta en educación) y muchos menos los que piensan que ese enorme presupuesto inevitablemente seguirá en aumento, en la medida que todo siga igual, porque las nuevas tecnologías son muy caras, porque los nuevos medicamentos también lo son,  porque el costo de los servicios continua aumentando y porque las diferentes estrategias de marketing de los empresarios del sector hacen que las demandas sigan creciendo.

En el marco de esta realidad, ¿alguien se ha preguntado por qué la misma población que antes se atendía con 6000 médicos hoy ocupa a 16000?

¿Alguien se ha preguntado si en el mundo se sigue aplicando el mismo modelo asistencial, en el cual la demanda de especialistas es cada vez mayor y la oferta sigue siendo insuficiente?

¿Alguien se ha preocupado por analizar por qué aquellas especialidades que se parecen a lo que antes eran los médicos de cabecera o los médicos de campaña, que resolvían el 85% de las consultas, hoy son las menos elegidas por nuestros profesionales y sin embargo las anestésico quirúrgicas, que logran con la misma dedicación horaria, cifras de ingresos abismalmente diferentes, son las más demandadas?

Todas estas interrogantes, al igual que otros tantos derroches que ocurren en nuestra sociedad, siguen siendo ignoradas mientras los recursos no alcanzan y nos seguimos endeudando.


martes, 12 de marzo de 2019

El SNIS ¿Reforma o Maquillaje marketinero?


Primer columna del 2019 en La Democracia Digital

Anibal Steffen tocó la diana que nos convoca a retornar a la tarea de escribir en este glorioso medio de comunicación, que de alguna manera nos une con nuestro inolvidable caudillo, Wilson Ferreira Aldunate.

Nuestra columna ha sido esencialmente destinada a compartir opinión sobre el sector de la salud y por lo tanto debo resolver por dónde empezar.

Parece tradicional tratar de hacerlo por el principio y por ello creo que sería de utilidad volver a pinchar algunas pompitas que con mucha astucia y profesionalidad han creado para hacerle creer a la población que son los grandes reformadores del sector de la salud del Uruguay.

Hace más de 10 años que a estos genios de la falsedad se les ocurrió que tenían que convencer  a la gente de que realmente eran una fuerza política revolucionaria y que eran capaces de transformar al sistema de salud del Uruguay.

¿Por qué eligieron el sector de la salud?

Lo eligieron seguramente porque se trata de un sector poco conocido en su enorme complejidad y poco analizado, pero que sin lugar a dudas afecta la sensibilidad de la gente.

Como son tan ignorantes como falsos, algo les debe haber hecho darse cuenta que la tarea era demasiado compleja y optaron por lo más sencillo, inventar un maquillaje y mostrarlo a la población como la gran tarea.

Su principal objetivo: vender algo como logro sin que tuvieran que hacer prácticamente nada.

¿Cómo lo hicieron?

Decidieron ponerle un nombre diferente a lo ya existente, que lo hiciera comprable como una gran reforma.

Lo primero que se les ocurrió fue definirlo como un Sistema, aprovechando que para la mayoría de la gente el concepto de sistema es generalmente desconocido.
Un sistema es un conjunto de entidades caracterizadas por ciertos atributos, que tienen relaciones entre sí y están localizadas en un cierto ambiente, de acuerdo con un cierto objetivo
En este país han existido un conjunto de entidades caracterizadas por prestar atención a la gente, que se han relacionado de alguna forma entre sí (sumándose, complementándose, etc.), que lo han hecho en un cierto ambiente (el territorio nacional), con un cierto objetivo (proteger y cuidar la salud de la población).
Desde el principio mismo de nuestra historia este sistema existe, cuando a la sanidad militar (que cuidaba la salud de los soldados), se le agregó el hospital para los indigentes y ya a fines del siglo 19 se fundó la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos y más tardes otros servicios de similares características.
Si se parte de esa afirmación se puede asegurar, sin temor a equivocarse, que de creación no hay absolutamente nada.

Le agregaron lo de “nacional” como si antes de la llegada de esta fuerza política los hospitales, centros de salud, policlínicas, sanidad militar y policial, las cooperativas federadas de la FEMI y el resto de los servicios asistenciales, sólo existieran en Montevideo.
Es poco creíble que no lo supieran por lo que sólo cabe pensar que, a sabiendas, inventaron una gran mentira. Lo de Sistema Nacional, sólo el nuevo nombre

De alguna manera alguien les debe haber dicho que uno de los grandes problemas que tenía el sistema existente era la pésima utilización del gasto (casi el 10% del PBI), la superposición de servicios, la superposición de esfuerzos y de recursos, la casi ausencia de complementariedad, la enorme inequidad entre los servicios que se prestaban en Montevideo en relación a los que se ofrecían en el interior y qué mejor idea que agregarle al nuevo nombre lo de “integrado”.

¿Hicieron algo con relación a la integración?

Prácticamente nada. Los servicios siguen tan desintegrados y superpuestos como antes. El gasto se sigue dilapidando prácticamente sin control, con una peligrosa tendencia al crecimiento, sin el consiguiente impacto en la mejora de la asistencia.

Lo preocupante es que hasta ellos mismos se han convencido de su mentira y han llegado a sostener que la “reforma de la salud” es uno de los principales logros en el área social que ha tenido este gobierno y ahora se aprontan a una segunda fase de la falsa reforma.

Imagínense ustedes que si esta gran mentira es uno de sus principales logros, cómo será el resto. Al decir de mi padre “cómo será la cañada cuando el gato pasa al trote”

Lo que no se puede discutir es que como producto del marketing de la gestión del gobierno, esta gran mentira, ha tenido un importante impacto en la opinión pública.