lunes, 17 de diciembre de 2018

Vázquez, el “Corralito mutual” y los Sinvergüenzas


Cada vez se hace más difícil entender las razones que tuvo Vázquez para mantener cercenada la oportunidad de que los socios de las prestadoras de salud (mutualistas y ASSE) pudieran ejercer su libertad y optar por el servicio que les pareciera más atractivo.

Tanto Javier García como Martín Lema han hecho lo que ha estado a su alcance para terminar con esta muestra del más claro autoritarismo. Ambos han sido derrotados por ese instrumento que es legítimo, porque se lo dio la ciudadanía, que son las mayorías parlamentarias. Ha quedado demostrado, en reiteradas oportunidades, que ha sido uno de los peores errores que el pueblo uruguayo ha cometido.

Soportamos una dictadura ejercida mediante la fuerza de las armas, pero muchos de los que la padecieron en carne propia no tuvieron en cuenta que con su voto estaban propiciando una dictadura legítima, constitucional, que ha cercenado muchas de nuestras libertades y que ha habilitado todo tipo de irregularidades.

El ejercicio del autoritarismo que impide la libre elección del servicio médico que queremos, es la que hoy nos convoca.

Un artículo de La Diaria, órgano de prensa que no representa a la oposición, es absolutamente contundente para confirmar que en la voluntad del Sr. Presidente no ha estado el interés del soberano, la gente.

Dice el artículo “La decisión tomó por sorpresa a todos, incluso a las propias autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP). También a muchos que estuvieron trabajando durante el año para esta apertura la noticia les cayó como un balde de agua fría. El decreto fue firmado por el presidente Tabaré Vázquez el viernes 16 de noviembre. Ese mismo día había una reunión fijada a las 14.00 en la Junta Nacional de Salud (Junasa), en la que representantes de las mutualistas, de los usuarios, de los trabajadores, del Banco de Previsión Social (BPS) y de los ministerios de Economía y Finanzas y de Salud iban a seguir trabajando en un nuevo sistema informático –basado en el registro digital de las huellas táctiles– que se implementaría el próximo año con la apertura del corralito. Pero una hora antes, mediante un escueto mensaje, los participantes fueron avisados de que se suspendía el encuentro, sin mayores explicaciones. Ese viernes el presidente de la Junasa, Arturo Echeverría, se fue a su casa convencido de que se estaba avanzado y que sólo faltaban unos días más de trabajo para implementar ese sistema operativo que tenía como objetivo brindar mayores garantías y evitar la intermediación lucrativa.
Rosario Oiz, vicepresidenta del BPS y representante de ese organismo en la Junasa, admitió que desde la institución se consideraba que estaban dadas las condiciones para abrir el corralito mutual y que se estaba trabajando pensando en ese escenario y señaló a La Diaria: “Nosotros monitoreamos a los prestadores, les hacemos inspecciones, fiscalizaciones y corregimos los procedimientos” Para Oiz, los casos detectados por el BPS no justificaban el cierre del corralito mutual. “Seguramente a nivel de Presidencia tienen información que nosotros no conocemos”, justificó.

Como toda explicación Vázquez dijo: “La culpa de que no se abra el corralito mutual, es de “una manga de sinvergüenzas” que están “metidos en el medio”.

“Lo que vemos es que a medida que se suspende la movilidad regulada, las instituciones de Montevideo y del interior bajan los afiliados del Fonasa”, señaló el presidente de Fepremi. “Mientras tanto, la única que aumenta la cantidad, por la asignación de oficio, es ASSE”, agregó.

Menudo dato el que se aporta.

Si pensamos que para el oficialismo el SNIS es el mayor avance en políticas sociales, la teórica aceptación de ASSE por la gente no es un tema menor.

Si lo abrieran y permitieran que la gente inscripta de oficio se cambiara, podría ser catastrófico.

En 2017, el último año que se abrió el corralito, el número de egresos registrados en ASSE ascendió a 21.019 personas

Lo que cabe preguntarse entonces es en realidad ¿QUIÉNES SON LOS SINVERGÜENZAS?