viernes, 15 de enero de 2016

El accidente de José Carlos Cardoso y su recuperación


Días pasados veíamos, en una foto, al Senador José Carlos Cardoso junto a su familia, muy recuperado, después del gravísimo accidente automovilístico sufrido en Rocha, su departamento.

Casi simultáneamente y como respuesta a gravísimos accidentes ocurridos en otros puntos del país, desde el gobierno anunciaban un “Plan Piloto”, para enfrentar esas contingencias.

Si recordamos el accidente de José Carlos, el lugar donde se produjo y la respuesta ofrecida; en la que se movilizaron rápidamente los recursos locales, el helicóptero sanitario que apareció con el Presidente de la UNASEV a bordo, en su doble calidad de jerarca y de intensivista y su posterior atención en una de los centros asistenciales mejor equipados del país, no podemos dejar de pensar que si hoy está en las condiciones en las que se le ve, la calidad de la respuesta jugó un papel decisivo.

Con la inmensa alegría de que le haya tocado esa suerte, no puedo dejar de pensar en el resto de la gente que vive aquí o que viene a este país a disfrutar de sus bellezas naturales y me pregunto ¿cómo se implementaría algo similar, si a algún otro le sucediera algo parecido?

Con la simple herramienta de internet podemos acceder a información que nos permite conocer los Sistemas Nacionales y hasta comunitarios de Emergencias implementados en el mundo. (España, Francia, Comunidad Económica Europea, etc.)

La pregunta que surge es si estamos tan lejos de poder implementar algo así en nuestro país.

Con toda franqueza me atrevo a afirmar que si bien es probable que no se pueda llegar a ese nivel, podemos avanzar muchísimo en el mismo sentido.

Lo que importa hoy es afirmar que poder instrumentar un Sistema Nacional de Emergencias se puede y lo que es más, se DEBE implementar


1.      Porque casos como el de José Carlos se ven frecuentemente.
2.      Porque otro sinnúmero de emergencias han terminado en muertes evitables,
3.      Porque tenemos un país chico, que a poco que se mejoren sus carreteras, la accesibilidad es muy buena.
4.      Porque tenemos una buena infraestructura aeroportuaria que permite la utilización avionetas y helicópteros sanitarios, acortando significativamente los tiempos de traslado
5.      Porque  se pueden coordinar los recursos públicos y privados existentes.
6.      Porque seguramente la cooperación internacional aportaría el Know How para su mejor implementación.
7.      Porque esa misma cooperación podría facilitar el acceso al equipamiento y a la tecnología necesaria.

Por último no puedo dejar de conminar a los legisladores en general y a los de mi partido en especial, que hoy disfrutan de un José Carlos recuperado, para que se pongan las pilas e insistan tenazmente para que el gobierno instrumente un SISTEMA NACIONAL DE EMERGENCIAS, que asegure a nuestra gente que no se va a morir porque le creció la cañada o porque el pueblo más cercano está demasiado lejos y no tienen cómo trasladar a sus enfermos.

martes, 5 de enero de 2016

El cierre del Sanatorio Canzani - Segunda parte


El SMU emitió opinión sobre el cierre del Canzani. Aquí va la mía

Las ciencias organizacionales resaltan la importancia de la Gestión del Conocimiento Organizacional, que implica rescatar todo el aprendizaje organizacional, transformándolo en conocimiento perteneciente a la organización, que puede ser compartido con otras organizaciones y que no desaparece con el retiro de los responsables de su desarrollo.

Quienes proponen el cierre del Canzani, lo fundamentan en la caída abrupta del número de partos que deja ociosas numerosas camas.
Si se analiza el proceso, que ya lleva unos cuantos años, es fácil comprobar que lo que están haciendo es continuar la obra de sus antecesores, desmantelando una estructura que supo ocupar un lugar de destaque en el Sistema de Salud uruguayo.

 Es otra clara muestra de la falta notoria de una visión sistémica. Miran sólo el objeto y se olvidan del rol que tiene en el resto del Sistema.

En todas las opiniones vertidas sobre el cierre del Canzani, no he tomado nota de alguna referencia al estado y las condiciones de su planta física. Ya en los años 80, cuando colaboraba con la Dirección del Canzani, un incendio en el primer piso desnudó problemas serios de la estructura, que limitaban, entre otras cosas, la evacuación en casos de siniestro. Las soluciones arquitectónicas eran complejas.

Hoy 30 años después y tomando en cuenta que se trata de un edificio de más de 100 años, parecería ser su planta física la razón fundamental para su cierre, lo que no quiere decir que con ello se deban cerrar sus prestaciones.
  
Se debería preservar la exitosa experiencia en el área obstétrica, rescatando el conocimiento acumulado, que de aplicarse seguramente hubiera permitido evitar algunas muertes como la ocurrida en la ciudad de Paso de los Toros.

Por otra parte sería bueno pensar en términos de lo que hoy  se conoce como Centros de Referencia por Patología, focalizado en el diagnóstico y tratamiento de las malformaciones congénitas y enfermedades raras, que atendiera la demanda  pública y privada de toda la población.

La experiencia del Canzani  podría constituirse en el germen de un Centro de estas características.
Sería una magnífica experiencia de complementariedad público privada, racionalizando los recursos existentes, concentrando saberes y experiencias desarrolladas en otros ámbitos y logrando soluciones que de otra manera sería muy costoso implementar.

Cuando se piensa en una alternativa de estas características no se puede ignorar que las malformaciones congénitas, muchas veces requieren tratamientos complejos (CTI) y estudios muy especializados, en su diagnóstico y seguimiento (Tomografía Computada, Resonancia Magnética), que la planta física del Canzani no dispone.

Lástima que el edificio Libertad, haya sido destinado a mantener un servicio que hace mucho tiempo dejó de tener sentido de ser.
Hubiera sido un lugar magnífico para sustituir al Canzani y desarrollar en él un Centro de Referencia para las patologías congénitas y otras de rara aparición.

Quizás podamos cultivar la ilusión de contar algún día con una mayor visión sistémica, por parte de las autoridades que, por ejemplo, procure fortalecer el desarrollo de la traumatología y la ortopedia en los hospitales generales de la capital y del interior y se pueda transformar ese hospital en lo que propongo.

Sería bueno también que, de una vez por todas, quienes no logran saber qué hacer con algunos servicios, antes de cerrar a lo bruto, intenten analizar para qué otro destino pueden servir aquellos servicios con tanta trayectoria.