viernes, 16 de junio de 2017

La Indigencia Sanitaria


Mi columna en La Democracia
http://lademocracia.info/index.php/indigencia-sanitaria/

Indigencia (del latín indigentia) es la falta de medios para satisfacer las necesidades básicas (alimentación, vestimenta, etc.).

Se puede inferir que Indigencia sanitaria es la situación en la que se encuentran  aquellos que no pueden satisfacer sus necesidades básicas en materia de salud.

Es necesario definir qué se entiende por necesidades básicas en materia de salud.

La salud (del latín salus, -utis) es un estado de bienestar o de equilibrio que puede ser visto a nivel subjetivo (un ser humano asume como aceptable el estado general en el que se encuentra) o a nivel objetivo (se constata la ausencia de enfermedades o de factores dañinos en el sujeto en cuestión). El término salud se contrapone al de enfermedad.

Esta definición es muy amplia y por lo tanto imprecisa a la hora de ayudarnos a definir las necesidades básicas cuya insatisfacción podrían generar la situación de indigencia sanitaria.

Creo que la mejor forma de definir la indigencia sanitaria es a punto de partida de lo que uno podría considerar como imprescindible a la hora de pensar en un quebranto de salud.

Nada puede ser más imprescindible que contar con algún recurso asistencial cuando se presenta una emergencia. En ese momento el tema puede llegar a ser entre la vida y la muerte.

En segundo lugar entiendo que sería necesario contar con alguien que realice funciones de enfermería básica. Controles de presión arterial, curaciones, inyectables, etc.

En tercer lugar deberían estar las visitas médicas periódicas cuando se carece de servicios asistenciales permanentes. 

En cuarto lugar el acceso a técnicas de diagnóstico básicas.

Si aceptamos esta definición de indigencia sanitaria y analizamos la realidad nacional, podemos asegurar que la mentada Reforma de la Salud, entre otras cosas ha fracasado a la hora de resolver estas situaciones y hoy, después de 12 años de gobiernos progresista con la mayor bonanza económica que se recuerda y 10 de la tan mentada reforma, sigue muriendo gente sin asistencia cuando sufre una crisis de salud y siguen existiendo personas que no cuentan ni siquiera con enfermería básica.

Sería bueno recordar y trataremos de hacerlo, todo lo que se hizo durante la administración nacionalista del primer Ministerio de Salud después de la dictadura, cuyo Ministro fue Raúl Ugarte Artola y todo lo que el gobierno de Luis Alberto Lacalle hizo en esta área tan sensible de la Administración Pública



lunes, 5 de junio de 2017

El Hospital Vilardebó, sus 137 años y el sostenido abandono.


Mi columna de La Democracia, referida al Hospital Vilardebó mi primera Dirección hospitalaria


Días pasados veía con angustia e indignación, cómo ese hospital continuaba en el estado de deterioro que la falta de voluntad para revertirla me hizo renunciar a su dirección en noviembre de 1986, hace más de 40 años y 10 de la “maravillosa” reforma de la salud.

La actitud de las jerarquías ministeriales me pareció de una impudicia patológica.

Nadie puede mostrar el terrible deterioro que existe en la sala 11 de seguridad, con tanta liviandad. Nadie puede sonreír con actitud “paternal” ante el reclamo de un paciente por las condiciones de los baños de una de las salas del hospital. Nadie puede mostrar un amontonamiento de camillas en la sala de electro shock, como si formara parte de un equipamiento necesario para la práctica de esos tratamientos. Da más la impresión de un depósito de camillas que de una sala de tratamiento.

El número de pacientes es similar al que tenía ese centro hospitalario, hace 40 años y la cronicidad de los internados parece seguir siendo predominante.

La imagen del patio de la sala 11 mantiene su brutal deterioro, pese a que en aquella época se invirtió una suma importante para su remo delación.
La falta de higiene del tejido que lo cubre es una muestra del abandono y la desidia.

Los baños eran ruinosos después de la dictadura y siguen siéndolo pese al implacable transcurrir del tiempo y al pasaje por el gobierno de todas las fuerzas políticas.

¿Son acaso mejores, en la atención de esta población tan vulnerable,  quienes nos gobiernan actualmente y desde hace 12 años, que los anteriores?

Por otra parte, si eso fue lo que nos mostraron, alguien se imagina cómo debe de estar el resto de ese magnífico edificio.

¿Puede alguien tener alguna duda que estos pacientes forman parte del núcleo mismo de los más desprotegidos? Padecen de un importante grado de abandono y su patología siquiátrica reduce aún más su capacidad de salir de esa situación.

Se dijo que se estaba impulsando una reforma en lo asistencial, para terminar con el hospitalismo que mantiene a estas personas internadas durante muchísimo tiempo y la solución pasa por las “casas de medio camino” que se impulsaban en aquella época (jodida innovación de los refundadores) y que en 40 años parece que se han logrado concretar 10 en todo el país. Puede alguien, con un mínimo sentido de responsabilidad, decir que es una alternativa viable.

No hay casas para la gente que vive en los asentamientos, no hay personal suficiente para atender estos hospitales, no hay respuesta ambulatoria adecuada para darles seguimiento a estos pacientes.  

¿Cómo piensan hacerlo? Sin lugar a dudas se trata de otra “pompita” más de las que tanto  gustan lanzar

Esta metodología de “parches y pompitas” distrae del centro del problema: La Salud Mental en toda su complejidad y diversidad y su asistencia.

Basta de improvisaciones, de corte y pegue de ideas de otros.

Esta tarea debe de ser enfrentada por todos, para lograr una solución definitiva que atienda de una vez por todas a esta gente tan ignorada y desprotegida.