viernes, 24 de octubre de 2014

Tabaré, las certezas y la Salud



Mi última columna en La Democracia

Este domingo se elige entre dos modelos absolutamente diferentes.
Uno que trata de retener votos mintiendo y haciéndolo sobre cosas que afectan a la gente, como cuando miente sobre los servicios de salud.
Otro que hace un culto por la honestidad, por la apertura, por la positiva.

Les aporto en esta columna algunas reflexiones vinculadas al Dr. Vazquez.

jueves, 9 de octubre de 2014

El Hospital de Clínicas

http://www.lademocracia.info/?p=721 


La mayor parte de mi carrera la hice en este hospital. Mis primeras guardias, mis primeras cirugías, mis primeros partos. Todo eso sucedió en la segunda mitad de los 60 y la primera mitad de los 70 
Ocupó un lugar de privilegio entre los servicios de emergencia, del país en general y de Montevideo en particular. Si alguien sufría un accidente de importancia o le ocurría cualquier tipo de crisis en la salud, que le pusiera en riesgo la vida, no había mejor lugar donde asistirse.
Ya en aquella época, el estado del edificio dejaba mucho que desear. La falta de mantenimiento preventivo, el deterioro inexorable y progresivo de la infraestructura iban deteriorando la imagen de ese ícono de la salud uruguaya.
Su estructura vertical, planteaba serios problemas de funcionamiento. La maternidad en el piso 16 y el block quirúrgico en el 17, eran toda una complicación.
Su pertenencia al ámbito universitario y con ella su autonomía del resto del sistema asistencial público, fue generando numerosos desencuentros.
De todas formas, servicios desarrollados en su ámbito, como el Centro Latino Americano de Perinatología (CLAP) fueron referencia internacional en su especialidad.
A su vez, se fueron generando situaciones tremendamente disonantes. Mientras el edificio todo se venía abajo, grandes inversiones fueron generando islas de modernidad en medio del caos. El centro Nacional del Quemado fue uno de esos casos y a él le siguieron muchos otros, hasta el día de hoy.
Como telón de fondo la gran discusión: Hospital de Clínicas si o no, reciclarlo en su totalidad o hacer uno nuevo.
No parece existir duda alguna de que el país debe continuar disponiendo de un hospital de clínicas, para que en él se formen los profesionales de la salud..
Y acá debemos saber que no toda la formación del capital humano de la salud, se forma en el Clínicas; una muy buena parte se realiza en los hospitales de ASSE. Éste no es un tema menor, ya que la actividad docente asistencial distorsiona el normal funcionamiento y la gestión de los hospitales de ASSE y al mismo tiempo impone a los usuarios de sus servicios a ser usados durante el proceso de aprendizaje.
Por esa razón y en referencia a ese tema, entiendo que debería revisarse, para buscar la forma de que quienes no pueden acceder al mutualismo, no deban inexorablemente prestarse a esas prácticas. Baste pensar en una paciente ginecológica u obstétrica, que debe soportar ser examinada por un grupo de estudiantes, que deben hacerlo para aprender las maniobras correspondientes.
Por otra parte la gestión de los servicios docentes asistenciales, debe subordinarse a la autoridad hospitalaria y aceptar todas aquellas disposiciones orientadas a optimizar la gestión.
Otro tema relevante es que hasta ahora no se ha definido el número de médicos, enfermeros, y otros profesionales necesarios para prestar una correcta asistencia y por esa misma razón, no se sabe cuántas camas hospitalarias deberían estar disponibles para ese fin.
Tampoco existe posibilidad alguna de que otras universidades puedan compartir este hospital, para crear carreras médicas, compartiendo los costos, salvo acuerdos con la autoridad de la UDELAR, que siempre va a imponer su voluntad.
Si el Estado y por lo tanto si todos, nos vamos a hacer cargo de su recuperación, entiendo que debería reformularse el marco organizacional y que debería pensarse en una gestión compartida con aquellas universidades que tengan en sus planes carreras médicas.
En otro orden de cosas, su inclusión en el Sistema Nacional de Salud, debe responder a una planificación de mediano y largo plazo, donde los roles asumidos por el hospital universitario deben contemplar las necesidades formativas y las necesidades asistenciales y deben estar sujetos a las decisiones de la autoridad sanitaria, por encima de la autonomía universitaria.
Por último el gran dilema: reconstruir o hacer nuevo.
Durante su presidencia el Dr. Jorge Batlle puso el tema en la agenda política y se discutió sobre estas dos opciones.
El Dr. Batlle planteaba la gestión de un préstamo ante el BID para la construcción de un nuevo Hospital de Clínicas que fuera entregado llave en mano.
La oposición y la ideología dominante en el gobierno universitario, se opusieron.
Resultado: todo siguió como venía, hasta que el Presidente Chavez aportó una suma importante para su reciclaje. Alcanzó para bastante poco, mejoró en algo su fachada y se construyeron algunas islas de modernidad.
Ante reclamos por falta de recursos, el diputado Javier García propuso hacer un nuevo hospital de clínicas, pero en el Cerro de Montevideo. Su idea de un nuevo hospital fue incluida en el Programa de gobierno del Partido Nacional.
Frente a toda esta problemática, nada fácil de resolver, a mi juicio se debería:

  1. Analizar y definir el número de camas necesarias, para concentrar la actividad docente en ese hospital, liberando a ASSE de la misma.
  2. Analizar y definir la gestión del futuro hospital incorporando a las demás universidades a su dirección.
  3. Definir con claridad el rol que el hospital de clínicas desempeñaría en el Sistema Nacional Integrado de Salud.
  4. Analizar y definir la mejor opción para solucionar esta coyuntura, reciclando total o parcialmente la planta física actual, redistribuyendo las áreas de internación, quirófanos y salas de parto, utilizando los actuales institutos de traumatología y ortopedia y el de reumatología para ubicar en ellos las policlínicas, dejando los pisos más altos para aulas o, en su defecto, construyendo un nuevo hospital