El 68% de los niños
de hasta un año de edad que se atienden en la Administración de los Servicios
de Salud del Estado (ASSE) no están correctamente controlados, y el 65% de las
mujeres embarazadas no cumplen con todos los controles exigidos antes del
parto. El organismo —presidido por Susana Muñiz— explica estos números por la
"vulnerabilidad social" de los usuarios a los que atiende en todo el
país.
"La
vulnerabilidad social de los usuarios de ASSE determina una dificultad para que
los individuos y las familias consideren importante la prevención de salud y lo
establezcan como prioridad"
Cuando uno lee este
tipo de información no puede evitar indignarse, porque a poco que analice la
realidad y las explicaciones, comprueba que las autoridades le faltan el
respeto a la población, justificando lo injustificable.
El argumento de la
vulnerabilidad como explicación para la baja captación de embarazadas y niños
no es de recibo, entre otras cosas porque en gobiernos clasificados por la
fuerza gobernante como ”de derecha”, se lograron reducir las tasas de
mortalidad de manera drástica, mediante estrategias tales como la Atención
Primaria de la Salud.
Durante la
dictadura, el Área de la Salud del BPS tenía índices de captación precoz de
embarazadas y de recién nacidos, muy altos y comparables con el sector mutual,
que se mantuvieron durante los gobiernos de los Partidos Fundacionales.
La escasez de
recursos económicos tampoco puede esgrimirse porque ASSE nunca tuvo tantos
recursos por cada usuario como tiene ahora. Al presupuesto aumentado, se le ha
sumado las cápitas por usuarios FONASA, que según se ha dicho ha acercado
bastante las cifras destinadas a cada usuario entre los prestadores públicos y
privados.
La escasez de
recursos asistenciales tampoco es válida, sobre todo para Montevideo, donde
está el grueso de esa población, porque a poco que se preocupen por identificar
los servicios asistenciales disponibles, públicos o pertenecientes a
organizaciones civiles, se van a encontrar que son muchísimos.
Tampoco es
admisible explicar la grave situación por falta de recursos técnicos, porque el
Uruguay dispone desde hace más de 30 años de especialistas formados
específicamente para atender el Primer Nivel de Atención, los médicos de
familia y comunidad.
La única
explicación válida es la incapacidad absoluta que ha demostrado este gobierno y
las autoridades designadas en ASSE, para
cumplir una tarea prioritaria en la racionalización del uso de los recursos, para
lograr una mayor eficiencia en lo asistencial.
Me refiero a la
coordinación interinstitucional entre organismos del estado y entre éstos y el
subsistema privado.
En el marco de esta
propuesta, la decisión del Intendente de Montevideo, de trasladar la
responsabilidad asistencial de sus policlínicas a la órbita de ASSE sería un
factor agravante más.
Tengo mis serias
dudas que lo pueda hacer, porque desde ya imagino que el personal de sus
servicios, se va a negar rotundamente a pasar a la órbita de ASSE, por
innumerables motivos.
Por último cabe
aclarar que no alcanza con la coordinación interinstitucional. Es sólo una
herramienta para el logro del objetivo de mejorar la atención de la población.
Entiendo que esta
información debería generar de manera inmediata una reformulación profunda del
Primer Nivel de Atención para todo el país, aprovechando todo los recursos
disponibles, incorporando los faltantes, aplicando criterios de
complementariedad entre los prestadores públicos y privados, que de por si
comparten responsabilidades locales y regionales.
Lo único que no se
puede hacer es seguir jugando a los distraídos o al tan poco convincente YO NO
FUI