Mi columna en La Democracia Digital
La mentira, herramienta
tradicional de la izquierda uruguaya, ha estado y sigue estando en la base de
la FALSA REFORMA DE LA SALUD
La salud no figura como prioridad
en la preocupación de los uruguayos. Los voceros del oficialismo sostienen que
es porque la reforma de la salud mejoró de tal manera la cobertura asistencial
que dejó de ser un tema preocupante. Desde que tengo memoria nunca lo
fue, porque entre otras cosas no existía impedimento alguno para que quien lo
necesitara fuera asistido.
Días pasados concurrimos a una
convocatoria organizada en el Instituto de Higiene de la Facultada de Medicina
de la UDELAR, en la que los partidos políticos debían presentar sus prioridades
en el tema de la salud.
Lamentablemente tenemos visiones
bastante diferentes sobre las prioridades que debe tener quien se haga
responsable del MSP. Por lo menos para mí ha quedado en evidencia la distancia
que a veces hay entre la academia y la experiencia que genera baquía.
Nada de lo dicho deja de ser
importante, la gran discrepancia es el lugar de la carreta, adelante o detrás
de los bueyes.
Escuchar la ponencia del Dr.
Miguel Fernández Galeano como asesor del Ing. Martinez, no hizo más que confirmar
lo que vengo sosteniendo hace ya bastante tiempo y que de alguna manera se
confirmó cuando la supuesta reforma cumplió 10 años de su aprobación
parlamentaria, el FA va a utilizar dicha falsedad como uno de sus mayores
logros.
Y si eso es así, como me lo
imagino, quienes tenemos el privilegio de haber alcanzado los 73 años y haber
transitado la vida profesional por los más variados puestos de trabajo y
algunos de dirección, nos convertimos en una suerte de memoria viviente que no
puede dejar de asombrarse cuando descubre que estos personajes mienten, basados
en la ignorancia de la gente de lo sucedido hace tanto tiempo.
La afirmación que me hizo perder
la paciencia con la que me había cubierto después de recordar, a la entrada,
que en ese estacionamiento me secuestraron los tupamaros cuando salía de clase,
para experimentar el vehículo que yo tenía, que recién había salido al mercado,
fue algo que le había dicho a Martín Lema en un debate televisivo, reforzada
sobre la base de que Martín era demasiado joven para saber de eso. Miguel volvió
a sostener, con total desparpajo, que hasta que llegó el FA al gobierno los
hospitales era hospitales pobres para pobres.
Cuando tuve oportunidad de
preguntar le consulté si él tenía alguna idea de cómo la FEMI, que atiende a la
clase media, media alta y alta de la sociedad del Interior del país, había
prestado la asistencia de aquellos afiliados que debían internarse y que debía
saber que lo había hecho durante mucho tiempo en los únicos centros con
capacidad de internación que existían en todo el país.
Me respondió con la manida frase
del aumento de los recursos asignados a ASSE, pero nada dijo de mi afirmación.
Obviamente nada tenía para decir ante una memoria viviente que estaba presente
Aparte de esa falsedad, dicen
haber impulsado una profunda reforma de la salud y que gracias a ellos hoy el
país cuenta con un Sistema Nacional Integrado de Salud.
La primer pregunta que surge es
qué era lo que ha existido en el país, prácticamente desde la época de la
Colonia. Si nos ajustamos a lo que significa el concepto de sistema, que
implica un conjunto de estructuras, con una misma finalidad y en un mismo
espacio, desde el principio mismo de nuestra historia hubo salud para los
soldados, salud para los indigentes y salud privada. 3 estructuras diferentes a
las que más tarde, en el siglo XIX, se suma el mutualismo con la creación de la
Asociación Española y otras mutualistas.
Por lo tanto lo de haber creado un Sistema es absolutamente falso.
Le agregaron lo de Nacional, como
si hasta la llegada de estos reformadores en el país no había asistencia. Basta
recorrer el país, cosa que seguramente no han hecho los opinólogos, para
comprobar la vejez de algunos hospitales y Centros Auxiliares a lo largo y ancho del territorio. En virtud de
estas evidencias, lo de nacional ya lo era desde principios del siglo pasado,
bastante antes de la llegada del Frente
Amplio al gobierno o de lo contrario como Director de ASSE anduve visitando
servicios que no existían.
Lo único innovador fue el
agregado de Integrado que, pese a que mencionan algunas centenas de acuerdos
muy parciales y de muy escaso impacto para lo que habría que hacer, cambios
profundo en la integración no han logrado ninguno. Para prueba basta comprobar
que siguen existiendo más de un servicio de emergencia en poblaciones que no lo
justifican y, que pese a que la enorme mayoría de los partos se hacen en el
mutualismo hay siempre más de un prestador para atenderlos. El caso de Paso de
los Toros, cuando falleció una parturienta porque no había ginecólogo de ASSE, mientras
había uno de guardia, a pocas cuadras, en la mutualista que asiste sus partos
en el hospital, es apenas una muestra de la falsedad que se esconde detrás del maquillaje
marketinero que le dieron a lo que ya existía y lo convirtieron en el mayor
logro de sus políticas sociales.
Esgrimen como conquista la
universalidad en la accesibilidad a los servicios asistenciales, ignorando que
nunca existió persona alguna que no fuera atendido si lo necesitaba. Prueba
irrefutable de ello fue la asistencia a un Senador de la República del FA, el
tristemente recordado por mentiroso Nicolini, que se internó en el Pasteur o el
desborde de consulta que siempre existe
en el hospital de Maldonado cuando los turistas recurren a él para no
pagar los altos costos de los servicios privados.
Lo que no se puede discutir es
que terminaron creando un Seguro Nacional de Salud, solución propuesta por el
Partido Nacional en 1985, presentada en el Senado de la República, que
redactamos con mi hermano de la vida el Dr. Joaquín Lucián y el Dr. Gonzalo
Aguirre que le dio forma de ley, a pedido de Wilson Ferreira Aldunate.
Lo
increíble es recordar las causas por las que no prosperó aquella propuesta.
Además de que el gobierno entendió que el costo era muy elevado y había que
exigirle demasiado a la gente que salía de la gran crisis de los 80, el Frente Amplio
se oponía radicalmente porque según ellos se trataba de una propuesta privatizadora,
como en la realidad ha sido esta ley que propusieron y aprobaron hace 10 años. Jodida
paradoja, terminaron impulsando lo que 30 años antes habían combatido.
Obviamente lo que no aclaran es
que pese a la propaganda ha quedado mucha gente fuera de la cobertura del
FONASA, porque alcanzaron los 18 años y dejaron de estar cubiertos por el
aporte de sus padres, otros porque sus ingresos no alcanzan a una determinada
suma mensual y finalmente aquellos que no trabajan que cada vez son más. Ahora
prometen hacer ingresar a los jóvenes entre 18 y 23 años, pero no tienen
seguridad porque eso va a exigir un refuerzo de rubros que el déficit que dejan
va a tornar sumamente difícil de concretar.
Esta columna es sólo el inicio
del tratamiento de este tema, porque me he propuesto intentar no llevarme
conmigo esta información cuando me llegue el llamado del Señor.