Viendo el programa “Los notables”
de Diego Fisher, me encontré con Enrique Antía, el Intendente de Maldonado.
Entre las cosas que dijo fue que
estaba bastante avanzado el Proyecto del Hospital Internacional de Maldonado,
con inversiones argentinas, brasileñas, norte americanas, españolas y
aparentemente también nacionales.
A mediados de enero de este año,
cuando sentí por primera vez que existía este proyecto, publiqué la siguiente
columna:
“Hace ya algún tiempo se había
iniciado cierta polémica sobre este proyecto.
Claramente los aspectos
ideológicos estaban en juego. Todos aquellos que, a diferencia del inefable Olesker,
que gusta disfrutar del principal balneario, con su elegante remera Lacoste,
siguen aferrados a la idea del “balneario de los pata arrollada”, perciben esta
idea como propia del capitalismo salvaje.
En realidad a mí me parece, en
principio, excelente.
¿Por qué opino de esta forma?
Desde hace muchos años, cuando
iniciamos ASSE, veíamos que en Maldonado – Punta del Este, se daba un verdadero
problema estacional, durante el cual la oferta asistencial era
insuficiente para dar respuesta al
enorme crecimiento demográfico que se producía en la temporada estival. Las
instituciones de la FEMI han realizado grandes esfuerzos por mejorar la
situación.
Tampoco la oferta era adecuada a
la demanda de un grupo de turistas de muy alto nivel económico, que pagaban
sumas cuantiosas por alquiler u hospedaje y la respuesta asistencial era
paupérrima.
Por otra parte la concentración
de la alta tecnología en Montevideo, reforzaba impúdicamente el centralismo
capitalino en perjuicio de la descentralización tantas veces invocada.
Todas estas razones obligaban a
pensar en alternativas como la que hoy se plantea. El tema era definir quién
debía hacerse cargo de los costos.
Sin lugar a dudas un
emprendimiento privado, pensado con fines de lucro, puede influir positivamente
en la respuesta asistencial del principal balneario, consolidándolo como polo
turístico del más alto nivel.
Seguramente dotará al balneario,
y por qué no a toda la región este del país de una calidad asistencial mucho
mayor. Existen herramientas administrativas que permiten al estado hacer uso de
los servicios disponibles, que se han beneficiado de exoneraciones tributarias.
Ya existían cuando hace 40 años importábamos los primeros equipos de
ultrasonografía
Su desarrollo estimulará las
mejoras en el resto del sistema asistencial.
Por otra parte, la oferta extra
estacional de servicios de salud, puede fortalecer la estrategia de
desestacionalizar la actividad en el balneario. Hace años se intentó con el
Argentino Hotel de Piriápolis, impulsando programas para la tercera edad, con
la orientación de la Dra. Aslan.
Lo que me cuesta entender son
algunos hechos:
¿Cómo una iniciativa de esta
naturaleza puede hacerse pública sin que el Sr. Ministro sepa algo del tema?
¿Cómo puede decir el Sr. Ministro que un
proyecto de esta magnitud no incide sobre el Sistema de Salud? Está en la tapa
del libro sobre las características de los sistemas, que cualquier modificación
que ocurra actúa sobre la totalidad del mismo.
¿Cómo y por qué participa en el
proyecto una Institución como La Española, que según se dice mantiene un
déficit importante en sus finanzas?
¿Juan Salgado en qué rol
participa: como Presidente de Cutsa, por su relación con La Española, como
asesor del Presidente o por alguna otra razón?
En fin y más allá de estas
curiosidades, creo que la propuesta debería ser apoyada”.
Hasta acá la columna publicada.
Hoy reafirmo mis consideraciones
y me congratulo de tener un Intendente de mi Partido Nacional, que dice haber
avanzado sustancialmente en el cumplimiento de los compromisos asumidos en la
campaña electoral, entre los cuales inversiones como éstas aportarán a
solucionar el problema de la caída en la ocupación departamental, a mejorar la
atracción internacional del departamento y a mejorar la propuesta asistencial
en salud en el departamento y en la región.
Al mismo tiempo su gestión, como
lo fue la de Luis Alberto Lacalle en los 90, prioriza la atención de tres
necesidades muy importantes:
- Lo laboral
- La seguridad con la implementación del sistema
de cámaras
- Lo social, con la reducción de los asentamientos
más importantes del departamento.
Parece claro que cuando se quiere
se puede.