miércoles, 12 de febrero de 2020

Lo que hay para hacer y lo que Salud 21 está dispuesto a aportar


Los que se van dicen que, en la salud, las actuales autoridades electas van a hacer muy pocas cosas. Es evidente que hay gente que le gusta hablar de la soga en la casa del ahorcado.

Cuando leemos o escuchamos a referentes del sector de la salud, de la fuerza política gobernante, realizar ese tipo de afirmaciones, no podemos dejar de preguntarnos si sus dichos responden a una soberbia totalmente descontrolada que les inhibe intentar una mínima autocrítica o son tan ignorantes que hablan sin saber lo que durante tantos años han tenido entre sus manos y no han sabido resolver.

¿Cómo se puede explicar que aún en la despedida sigan defendiendo una reforma que no existió, que fue una gran operación de marketing que logró que la gente y sus propios “compañeros” creyeran que habían hecho algo maravilloso?

Ahora uno los lee sosteniendo que la “grandiosa reforma” es muy difícil de modificar, cuando todos los que algo entendemos de este tema sabemos que ha quedado todo para hacer.

Un objetivo que se persigue desde que se creó ASSE en 1987 ha sido lograr que el MSP fortaleciera su rol rector sobre el sector, para poder hacer que los servicios de salud fueran mucho mejores, en la medida que al ser juez y parte, porque los hospitales estaban bajo su órbita, las carencias que en ellos se comprobaban hacían que perdiera autoridad sobre el resto de los prestadores.

Pasaron 30 años de aquel inicial intento y 12 de la tan mentada reforma y el cúmulo enorme de irregularidades en la gestión descubiertas por Martín Lema y la persistencia de uruguayos en clara “indigencia sanitaria” siguen persistiendo. Mientras tanto el MSP continua atado de manos porque quienes dirigen ASSE son correligionarios de las autoridades ministeriales y denunciarlos y dejarlos en evidencia impacta negativamente en la imagen del gobierno de turno.

Hace años que estamos oyendo hablar de la Historia Clínica Electrónica. ¿Saben que hoy coexisten más de un modelo de Historia Clínica y que aparentemente no se ha logrado que exista una sinergia entre las informaciones que generan, que le permita al MSP fiscalizar y controlar el cumplimiento de las metas, pero al mismo tiempo cada mutualista la usa como se le ocurre y existen ejemplos de que la información no se vuelca en su totalidad en la historia? 
Por lo que tengo entendido se han gastado fortunas en esa herramienta que sin lugar a dudas, bien usada puede tener un impacto muy importante en lo asistencial y en lo fiscalizador.  

Una vez más: escasez de información adecuada y necesaria, derroche de recursos gastados en diferentes software de manera irracional y sin una visión sistémica e indiferencia porque se mira para otro lado. A eso se le conoce como SUBDESARROLLO

Pero lo que es peor es que han creado la idea de que la famosa Historia Clínica Electrónica es el máximo aporte de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, cuando apenas es una rama del frondoso árbol que esas tecnologías, como muy variados frutos, pueden aportar a la gestión del sector.

¿Saben ustedes que este supuesto sistema integrado de salud mantiene, a lo largo y ancho del país, más de un servicio de emergencia y más de una maternidad, entre otras cosas, en localidades cuya población es mucho menor que el de una mutualista pequeña?

¿Existe alguna explicación que no esté directamente vinculada al famoso mercado, que la izquierda denosta y critica como el peor de los males, que explique por qué cuando yo me recibí éramos 5 o 6000 médicos y ahora hay más de 16000 y no alcanzan, pese a que seguimos siendo la misma cantidad de usuarios?

Es tanto lo que no han hecho y tanto lo que hay para hacer, que desde ya les puedo asegurar que aunque no quieran, las actuales autoridades electas van a tener una enorme tarea y si Dios y la responsabilidad, que desde ya descarto, lo permiten serán muchos más los cambios en estos próximos 5 años que los ocurridos en los últimos 15.

Lo que no se debe perder de vista es que como en la mayoría de las actividades, no basta con la academia, sino que es necesario conocer la realidad y tener la capacidad de verla con visión sistémica. 

Salud 21, proyecto que coordinamos, pretende integrar la memoria viviente de los veteranos, libres de todo tipo de compromiso, con la energía y el conocimiento actualizado de los jóvenes, en un espacio de reflexión para quienes, sin ideologías inmovilizantes, quieran aportar a una verdadera reforma de la salud, que permita con el casi 10% del PBI, tener una asistencia mucho mejor