miércoles, 6 de junio de 2012

Alertaron de enfermero homicida un año antes


Me cuesta entender cómo se puede ser tan insensible frente a situaciones de esta magnitud. Durante los gobiernos colorados y blancos, un episodio de esta naturaleza le costaba el cargo hasta al Ministro.
Aquí tuvimos un jefe de servicio, un director del hospital, un directorio del descentralizado (ASSE) y un ministerio y recién inician una investigación administrativa sobre el primer responsable. Cada vez más la actitud infantil del "yo no fui, yo no tuve nada que ver" son más frecuentes y sin dudas coincide con lo expresado por el senador Abreu, cuando dijo que vamos en un ómnibus, conducido por alguien sin libreta ni conocimientos adecuados y en dirección al abismo.


Desde "hace más de un año" la unidad del Hospital Maciel donde fueron asesinados cinco pacientes tenía un funcionamiento "gravemente distorsionado", se trabajaba en "estado alterado emocional y técnico" y se sospechaba del enfermero asesino.

Todo esto fue advertido con suficiente tiempo y con detalles precisos por la nurse de la Unidad de Cuidados Coronarios (UCC) en forma verbal a "toda la escala jerárquica" del Hospital Maciel, pero sin embargo no se tomaron medidas concretas para solucionar la situación. Así lo refleja el informe final de la investigación administrativa realizada por el Ministerio de Salud (MSP) y presentado ayer ante la Comisión de Salud del Senado.

"Se comprueba que la unidad, independientemente de las carencias de personal que presentaba, estaba funcionando en un ambiente gravemente distorsionado desde hace más de un año. Y que ese mal funcionamiento estaba directamente vinculado a la presencia del auxiliar de enfermería Marcelo Pereira", dice el informe.

Agrega que en esa unidad se trabajaba en un "estado de alteración emocional y técnico" por lo que "llama la atención que no se hubieran adoptado medidas al respecto y se hubiera continuado trabajando de esta manera en un área tan sensible". La investigación destaca que el "personal en su conjunto manejaba sospechas" con respecto a Marcelo Pereira, el auxiliar de enfermería que en marzo fue procesado con prisión por la muerte de cinco pacientes en esa unidad.

Según la investigación del MSP, los funcionarios entrevistados para el informe "coinciden en que la presencia de Marcelo Pereira en la UCC distorsionaba el funcionamiento, generando miedo y el repudio generalizado".

Estas sospechas "fueron puestas en conocimiento de la jefatura médica en forma verbal". Y de acuerdo a lo que consta en el informe del Ministerio de Salud, el jefe de la UCC, José Pedro Patritti, dijo que las sospechas no estaban fundamentadas, pero sí "fueron comentadas en diálogo de médicos y la dirección del hospital, que estaba al tanto de los comentarios".

Ayer, 85 días después de que estallara el caso de los enfermeros y coincidiendo con la comparecencia de las autoridades sanitarias en el Senado, el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) resolvió iniciar un sumario administrativo a Patritti ante la presunción de que desoyó las alarmas que se encendieron en su unidad.

Al senador blanco Carlos Moreira esto le parece "poco". "No alcanza. Porque los hechos son gravísimos y el director del hospital estaba en conocimiento. ¿El director del hospital no tiene responsabilidad?", preguntó Moreira.



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