Me
cuesta entender cómo se puede ser tan insensible frente a situaciones de esta
magnitud. Durante los gobiernos colorados y blancos, un episodio de esta
naturaleza le costaba el cargo hasta al Ministro.
Aquí
tuvimos un jefe de servicio, un director del hospital, un directorio del
descentralizado (ASSE) y un ministerio y recién inician una investigación
administrativa sobre el primer responsable. Cada vez más la actitud infantil
del "yo no fui, yo no tuve nada que ver" son más frecuentes y sin
dudas coincide con lo expresado por el senador Abreu, cuando dijo que vamos en
un ómnibus, conducido por alguien sin libreta ni conocimientos adecuados y en
dirección al abismo.
Desde
"hace más de un año" la unidad del Hospital Maciel donde fueron
asesinados cinco pacientes tenía un funcionamiento "gravemente
distorsionado", se trabajaba en "estado alterado emocional y técnico"
y se sospechaba del enfermero asesino.
Todo
esto fue advertido con suficiente tiempo y con detalles precisos por la nurse
de la Unidad de Cuidados Coronarios (UCC) en forma verbal a "toda la
escala jerárquica" del Hospital Maciel, pero sin embargo no se tomaron
medidas concretas para solucionar la situación. Así lo refleja el informe final
de la investigación administrativa realizada por el Ministerio de Salud (MSP) y
presentado ayer ante la Comisión de Salud del Senado.
"Se
comprueba que la unidad, independientemente de las carencias de personal que
presentaba, estaba funcionando en un ambiente gravemente distorsionado desde
hace más de un año. Y que ese mal funcionamiento estaba directamente vinculado
a la presencia del auxiliar de enfermería Marcelo Pereira", dice el
informe.
Agrega
que en esa unidad se trabajaba en un "estado de alteración emocional y
técnico" por lo que "llama la atención que no se hubieran adoptado
medidas al respecto y se hubiera continuado trabajando de esta manera en un
área tan sensible". La investigación destaca que el "personal en su
conjunto manejaba sospechas" con respecto a Marcelo Pereira, el auxiliar
de enfermería que en marzo fue procesado con prisión por la muerte de cinco
pacientes en esa unidad.
Según
la investigación del MSP, los funcionarios entrevistados para el informe
"coinciden en que la presencia de Marcelo Pereira en la UCC distorsionaba
el funcionamiento, generando miedo y el repudio generalizado".
Estas
sospechas "fueron puestas en conocimiento de la jefatura médica en forma
verbal". Y de acuerdo a lo que consta en el informe del Ministerio de
Salud, el jefe de la UCC, José Pedro Patritti, dijo que las sospechas no
estaban fundamentadas, pero sí "fueron comentadas en diálogo de médicos y
la dirección del hospital, que estaba al tanto de los comentarios".
Ayer,
85 días después de que estallara el caso de los enfermeros y coincidiendo con
la comparecencia de las autoridades sanitarias en el Senado, el directorio de
la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) resolvió iniciar
un sumario administrativo a Patritti ante la presunción de que desoyó las
alarmas que se encendieron en su unidad.
Al
senador blanco Carlos Moreira esto le parece "poco". "No
alcanza. Porque los hechos son gravísimos y el director del hospital estaba en
conocimiento. ¿El director del hospital no tiene responsabilidad?",
preguntó Moreira.
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