Quienes
conocemos la realidad de la asistencia médica en el Uruguay de hoy y de hace
muchos años, sabemos que las carencias de recursos humanos es muy grave.
Sabemos también que no se resuelve mandando médicos recién recibidos al
interior, a la espera de que alguna paisanita lo enamore y lo haga quedarse.
Hay,
a mi juicio, varias situaciones que quedaron en evidencia:
1.-
Falta un Sistema Nacional de Emergencias que permita resolver con la celeridad
necesaria y los recursos adecuados una situación de esta naturaleza. ¿Cuánto
puede demorar un helicóptero desde Durazno a Paso de los Toros? Claro, en Durazno parece que no había recursos tampoco.
2.-
Si la paciente tenía una placenta previa, debió haber sido incorporada a un
programa de alto riesgo y prever que una situación de esa naturaleza podía
ocurrir. Habría que preguntarse si estaba diagnosticada o no y si en ASSE
existe un Programa de Alto Riesgo. Por las declaraciones del esposo había dos
diagnósticos diferentes.
3.-
En esa, como en el resto de las ciudades y poblaciones del Interior, hay
usuarios de más de un servicio de salud estatal, que sumados a los usuarios del
mutualismo, deberían estar cubiertos mediante una solución coordinada y
compartida en las emergencias locales.
En
suma: es claro que se requiere de un Sistema
Nacional de Emergencias que incluya los traumas, que atienda todas las emergencias asistenciales
que surjan en cualquier parte del territorio nacional.
ASSE
como “Administración de los Servicios de Salud del Estado”, debería impulsar su
creación y junto al MSP, involucrar al resto de los actores del SNIS en la planificación
y ejecución del mismo.