sábado, 10 de octubre de 2015

Santo y Seña y la realidad asistencial del país.



El miércoles 23 de setiembre el programa Santo y Seña puso al desnudo una realidad que hace mucho tiempo vengo denunciando. La reforma de la salud, tan exaltada por el partido gobernante, no ha sido más que un gran titular
La cobertura asistencial no ha sido más universal que lo que lo era antes de ella y la integralidad no ha avanzado más que en pequeños pasos, que no han tenido verdadero impacto

Dos componentes fundamentales, que hacen a la calidad de la asistencia, quedaron una vez más al descubierto.

1.      No se ha  logrado instrumentar un Sistema Nacional de Emergencias.

Existen numerosos lugares del país donde la gente sigue falleciendo por falta de asistencia adecuada. Mientras tanto, en muchos lugares, conviven más de un servicio de emergencia que se superponen, dejando vacíos  responsables de verdaderas omisiones asistenciales. Se vieron manifestaciones de gente que ante la pregunta de qué puede hacer si tiene una crisis de salud, respondió que sólo le quedaba morirse.
¿Es posible eso, en un país tan pequeño y sin accidentes geográficos de relevancia?
Lo más grave es que no solo se trata de lugares distantes, muchas veces aislados por cursos de agua desbordados por crecidas. Se comprueban carencias en capitales departamentales, donde la superposición es aún más grave.
Con los recursos existentes se podría avanzar muchísimo, considerando el tema sistémicamente.

2.      Es evidente la falta absoluta de una reforma profunda del Primer Nivel de Asistencia.

El país y la Universidad se han convencido que la Medicina Familiar y Comunitaria es la especialidad idónea para la atención de este nivel. Existe una cátedra liderada por uno de los primeros Médicos de Familia que ha tenido este país, con más de 20 años de experiencia.
Existen médicos rurales, formados con objetivos similares, con una vasta experiencia en la atención de poblaciones sin otra cobertura, que podrían ser capacitados y convertidos en modernos Médicos de Familia.
Existen recursos humanos, como los policías rurales, dispuestos a lo largo y a lo ancho de todo el país, que pueden ser capacitados en técnicas de reanimación y primeros auxilios. Ya se hizo cuando dirigí ASSE en 1988 y dio buenos resultados.
Existen recursos tecnológicos, como la Telemedicina que ya se ha experimentado con éxito en zonas del departamento de Cerro Largo.
Existe la posibilidad de realizar rondas sanitarias con equipamiento y especialistas, como se realizaban en el departamento de Tacuarembó hace casi 30 años. Los doctores Antonio Chiessa y Ciro Ferreira fueron responsables de su instrumentación.
Existe la participación simultánea del estado y del sector privado en todos los rincones del país.

¿Qué falta?
A mi juicio, en primer lugar, falta voluntad para hacer lo que hay que hacer y la gente necesita.
En segundo lugar falta sensibilidad para prestar atención a las necesidades angustiantes de la gente.
En tercer lugar da la sensación de que falta conocer la realidad nacional, embarrándose los zapatos, fuera de las campañas electorales, para llegar a conocerla en su integralidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario