Es con mucho dolor que escribo
estas líneas.
A fines de 1985, luego de una
profunda crisis interna, que provocó la renuncia de la entonces Directora del
hospital, me tocó el enorme privilegio de dirigirlo. Guardo, con orgullo, un
hermoso Quijote que me obsequió su Comisión de Apoyo
En algunas salas, como la 11, la
situación era dramática. Las condiciones en que vivían sus internos eran
absolutamente inhumanas.
Desde ese cargo y con la ayuda de
la gente que compró una rifa a su beneficio se intentó iniciar una
recuperación, en el bien entendido que no puede haber posibilidad de
recuperación en ambientes tan deplorables.
Varias salas fueron recuperadas y
numerosos baños fueron convertidos en algo decente.
El ejército colaboró con soldados
que iniciaron la limpieza de los hermosos jardines que rodeaban al edificio.
Ingenieros Agrónomos,
Arquitectos, Ingenieros Civiles, Psicólogos y otros profesionales ofrecieron su
generoso y desinteresado apoyo para colaborar en la recuperación.
Los jueces penales aceptaron
integrar grupos de trabajo para analizar la situaciones de muchos internados
por decisión judicial.
El clima era de optimismo, salíamos
de la dictadura, y muchos pensamos que podíamos intentar mejorar las
condiciones edilicias, para que la tarea de recuperación se pudiera dar en
mejores condiciones.
Corrimos empresas fantasmas que
ganaban siempre las licitaciones y jamás cumplían con lo comprometido.
Renuncié a fines de 1986 porque
no logré convencer a las autoridades ministeriales que era imprescindible
continuar los cambios.
Luego, como Director General de
ASSE, apoyé obras que se continuaron haciendo en el bien entendido que no se
pueden mantener estos verdaderos depósitos de deshechos humanos.
El programa “Cámara Testigo” de
canal 12, me volvió a golpear con mucha fuerza y compruebo que, como si me
hubiera trasladado en alguna máquina del tiempo, todo sigue prácticamente igual
y como en la metáfora de la rana y el agua hirviendo, quienes ahí trabajan, y
dirigen ese centro hospitalario, se van adormeciendo sin percatarse que la
situación se continua deteriorando.
Es más preocupante aún cuando
vemos que una dirigente de primera línea de la Federación de Funcionarios de
Salud Pública, fue funcionaria de dicho centro y que según tengo entendido un
integrante del Directorio de ASSE, en representación de los funcionarios, cumplió funciones en las Colonias Psiquiátricas.
Yo me pregunto ¿Es este el modelo
de servicios estatales que quieren para toda la población? ¿La realidad de este
hospital forma parte de los logros de la reforma de la salud?
Si es así, mejor buscamos otras
opciones.
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