viernes, 4 de marzo de 2016

."No tenemos médicos pero no los tiene el sistema", aseguró Muñiz.

Mi columna de La Democracia

“Particularmente el organismo carece de especialistas y, entre ellos, los pediatras son una prioridad, ya que son necesarios tanto en el primer nivel de atención como en los hospitales. La complementación de servicios –contratación en conjunto de los cargos que son necesarios- con la Federación Médica del Interior (FEMI) es una de las medidas que utilizan, pero no alcanza para cubrir todas las necesidades de más de un millón de afiliados. Para un rol de control general, en ASSE existen los médicos familiares y comunitarios que son los que desarrollan esa tarea y se encuentran en todo el país”

Cuesta creer que sean expresiones de alguien que ocupó el Ministerio antes de asumir la Presidencia de ASSE.
Lo primero que habría que preguntarle es ¿qué hizo durante su gestión a cargo de la Secretaría de Estado?.
Da la sensación de que no fue mucho, porque ahora que está en un cargo ejecutivo se da cuenta que el problema sigue estando.

La segunda duda que surge frente a su actual preocupación es ¿qué piensa hacer para solucionarlo? Si me guío por las manifestaciones del Presidente del Sindicato Médico, que afirma que no hay un Plan Estratégico para ASSE, debo concluir que la solución no está a la vista.

Sin embargo me llama la atención que la Dra. Muñiz mencione a los médicos de familia como posible solución al problema, pero no se refiera a la necesidad de revisar en profundidad el funcionamiento del Primer Nivel de Asistencia.

Hay consenso a nivel mundial que en ese nivel se deberían resolver entre el 80 al 90% de las necesidades asistenciales en salud.
Desde hace más de 30 años se ha incorporado una especialidad médica que tiende a desarrollar las capacidades necesarias para resolver la mayoría de las consultas, sin tener que recurrir a los especialistas.
Se trata de la Medicina Familiar y Comunitaria. Sus competencias recuerdan al médico de cabecera de antaño, incorporándole los avances tecnológicos básicos de muchas de las especialidades que hoy son requeridas por la población.
Su presencia no implica prescindir de los pediatras y de los ginecólogos, sino de reducir su demanda. 

Con los Médicos de Familia, adecuadamente distribuidos en el territorio se podría reducir sensiblemente la demanda de especialistas, que hoy la Dra. Muñiz parece no disponer.
Estos Médicos de Familia deberán ser apoyados por las Tecnologías de la Información y la Comunicación, (como la Telemedicina por ejemplo) y con recursos de diagnóstico móviles. Sería muy importante la capacitación de agentes locales en maniobras básicas de reanimación (modalidad paramédicos) utilizando al personal policial existente en casi todas las poblaciones rurales.
Esto último, además de aportar a la mejora de la atención de la población que vive en los parajes más alejados, seguramente jerarquizará el rol social que hoy tienen los “milicos rurales”.

Los Médicos de Familia, en Montevideo como en otras ciudades del interior, deberían ser los responsables del Primer Nivel de Asistencia, reordenando los demás servicios en función de su presencia.

Seguramente una medida de esta naturaleza redundaría en una redefinición de la demanda de las diferentes especialidades, hoy utilizadas en exceso. Esto a su vez impactaría positivamente en la calidad asistencial, mejorando el vínculo médico paciente, al ser uno sólo el referente médico de cada familia.

Es evidente que no puede tratarse de una idea aislada. Indiscutiblemente requiere de una visión sistémica y de una adecuada Planificación Estratégica de ASSE, el mayor prestador de servicios de salud, que a la vez podría impulsar una reestructura asistencial y una verdadera reforma de la salud. 

Dra. Muñiz, no deje de pedir ayuda, si lo entiende necesario. Por el país y por su gente siempre estaremos a las órdenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario