martes, 29 de diciembre de 2015

El cierre del Sanatorio Canzani - Primera parte


El sanatorio Canzani, al igual que el sanatorio Pacheco, en la calle Agraciada, fueron sanatorios privados que, a mitad del siglo pasado, pasaron a convertirse en las dos unidades de internación del Consejo Central de Asignaciones Familiares originalmente y de la Dirección General de la Seguridad Social, cuando ésta fue creada absorbiendo a organismos vinculados a la Seguridad Social, durante la última etapa de la dictadura.

Ambos sanatorios requerían inversiones importantes y las autoridades interventoras decidieron el cierre del Sanatorio Pacheco, contratando servicios privados para atender la demanda.
Se decidió recuperar el sanatorio Canzani, convirtiéndolo en la Unidad de Perinatología. Esta especialidad fue impulsada desde el Centro Latino Americano de Perinatología (CLAP/OPS), que revolucionó la asistencia perinatal del momento

Para quienes trabajábamos en los Centros Materno Infantiles de Asignaciones Familiares, era habitual comprobar errores asistenciales, en pacientes que padecían  patologías severas que ponían en riesgo el embarazo y sus vidas.

Desde nuestros puestos de trabajo logramos que se creara una Comisión para atender la problemática del Alto Riesgo Materno Infantil.

Dicha comisión, que integramos, logró formular un Programa de Alto Riesgo, que pautaba las conductas a seguir según la detección de aquellas patologías que implicaban un mayor riesgo para la embarazada. El cuerpo técnico sabía con precisión que cuando se evidenciaba determinado factor de riesgo, la paciente debía ser derivada a la policlínica de Alto Riesgo, donde se definían las condiciones de su seguimiento. El Canzani era el centro asistencial al que se debía derivar para la atención de su parto. Este programa involucraba a embarazadas de Montevideo y del interior.

Quienes cursaban un embarazo normal eran asistidas en otros centros privados.

El Profesor Mañe Garzón, responsable del Departamento de Pediatría impuso, entre otras cosas, la auditoría de las Historias Clínicas de los embarazos culminados en muerte fetal, para comprobar si se habían cumplido las pautas asistenciales definidas para ese embarazo. Se trataba de una suerte de Auditoría interna que permitía prevenir futuros errores.

Fue en el Canzani donde fundamos el Servicio de Ecografía obstétrica, incorporando ese estudio como rutina al momento de la captación, siendo pioneros en el sistema público y privado. Eso permitía saber con exactitud el tiempo de gestación y las características iniciales de ese embrión. También permitía darle seguimiento a esa gestación y conocer otros factores de riesgo, que de otra manera eran muy difíciles de detectar.

Los avances generados en el Laboratorio del Canzani, permitieron prevenir y tratar precozmente muchas enfermedades, contribuyendo al abatimiento de las tasas de mortalidad infantil.

Al mismo tiempo, el Área de la Salud, tenía un departamento especializado en la atención de las malformaciones congénitas, con especialistas de gran categoría que generaron historia en tratamientos tales como “labios leporinos”, al alcanzar un volumen tal de tratamientos concentrados en un solo lugar que eran referencia en el mundo de la medicina.
Muy pocas especialidades se resolvían fuera del Canzani.

Tampoco se debería olvidar el Programa de seguimiento de Prematuros y Recién Nacidos en Riesgo, que cuando nacía un niño en esa situación era seguido en domicilio por un equipo especializado.

Todo ésto muestra que aún en dictadura, el Canzani desarrolló sus servicios obstétricos y pediátricos, logrando altos niveles de calidad, pese a su vieja planta física.

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