jueves, 12 de septiembre de 2013

Mujica y los médicos que quieren emigrar

Carta publicada en el día de hoy en el semanario Búsqueda


Sr. Director.

Una vez más, esta pareja tan particular que nos tocó como gobernantes, nos asombra con su novedoso enfoque de la problemática sanitaria que afecta a nuestro país.

Nadie puede discutir la sobre oferta de profesionales médicos que tiene Uruguay. Nadie puede discutir la pésima distribución que hay de ese recurso humano, existiendo numerosas variables que intervienen en esa realidad. 
Como toda relación libre, entre oferta y demanda, no se puede resolver actuando sobre una de las partes.
Tenemos sobre oferta, pero la demanda se concentra en Montevideo, ocupando la mayor parte de esos recursos y generando serias dificultades para cubrir las necesidades que tiene el resto del país.

Más allá del impacto que pueda tener la pérdida de 15 o de 100 médicos, en un país donde sobran dichos profesionales, se me ocurre que, como en todos los casos, esta situación da para analizar el por qué se produce.

En primer lugar habría que preguntarse por qué hay profesionales que prefieren emigrar, con todo lo que ello significa, para ir a trabajar a lugares que quizás sean mucho peores que los peores lugares donde podrían radicarse en nuestro país.
Yo diría que una oferta de U$S 4000 por mes, con residencia y quizás algo más, en lugares donde seguramente no existe ni siquiera la oportunidad material para gastar ese dinero, para médicos a los que no se les exige ningún tipo de especialización, da para pensar, porque en nuestro país no debe de existir posibilidad alguna de que algo así pueda surgir.

Ésto es como el caso de las misiones de paz, para el personal del ejército, única oportunidad que tienen para aumentar considerablemente sus ingresos e inclusive acceder a bienes que de otra manera sería imposible acceder. Claro está que conllevan un sacrificio muy importante, por el tiempo separado de su familia y por los riesgos que esa actividad implica.

Pero si el país no da ese tipo de oportunidades, si se ha optado por golpear incesantemente a la clase media, no nos podemos asombrar ni molestar porque ello suceda.

Lo segundo que esta corriente migratoria de médicos, debería hacernos ver es la carencia, en el sector de la salud, de una estrategia clara en materia de Política de Recursos Humanos.
No existe, una información actualizada de cuál es la oferta de médicos para el Uruguay. Los estudios realizados por distinguidos profesionales, como R. Meerhoff en los 80 o Luis Lazarov, Julio C. Lorente y Antonio L. Turnes en Diciembre del 2002., han mostrado con claridad que el problema no está en la oferta, sino en la distribución de la demanda.

Sin lugar a dudas, siendo que el estado está invirtiendo en la formación de recursos humanos que no necesita, lo primero que debería hacerse es definir con claridad, qué dotación de médicos queremos tener.

Para ello deberíamos definir qué estructura de servicios necesita nuestro país y cómo se debería componer dicha estructura.

Dicha estructura de servicios ¿va a depender de la estructura que el subsector privado defina o será el subsector público el que la defina? ¿Será una suma de ambos o será el producto de una necesaria complementación de sinergias para cubrir integralmente las demandas asistenciales en los diferentes puntos del país?

Para ejemplificar propongo analizar lo sucedido en la ciudad de Paso de los Toros que, con los costos de vida que ha tenido, debe servirnos para ilustrar nuestro análisis y tratar de hallar soluciones.

¿En la ciudad de Paso de los Toros, debemos pensar que se requieren 2 equipos médicos simultáneos para atender el Programa Materno Infantil local, cuando hay una sola planta física, para asistir los partos? 
¿Alguien está pensando que deberían haber 2 plantas físicas a pocas cuadras de distancia?
O sería mejor pensar que es imprescindible que TODAS las instituciones que tienen población beneficiaria de sus diferentes servicios, se sienten a instrumentar una complementación que le permita a esa ciudad tener una maternidad del mejor nivel posible, a la que puedan acceder todas las embarazadas que lo necesiten

De igual forma entiendo que deberían resolverse las demás carencias asistenciales existentes en el país, incluyendo las ciudades de frontera.

Una vez definida la estructura asistencial que queremos, vamos a tener claro, cuántos médicos precisamos, de qué especialidades y dónde deberían radicarse dichos médicos.

A continuación se debería establecer una estrategia para su reclutamiento, en la que los recursos económicos son muy importantes, pero también deberían crearse condiciones laborales y posibilidades de capacitación y desarrollo que motiven a los interesados a participar en la propuesta.

Los riesgos de la globalización y de la integración regional en materia de la gestión de RRHH, implica la profesionalización de esta tarea y la aplicación de todas las herramientas que contribuyan a su mejor administración.

Claro está, para hacer ésto se debe tener, entre otras cosas,  un Ministerio que en lugar de actuar a lo “cubano” busque, con inteligencia, razones para que los profesionales quieran formar parte del cambio.


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