miércoles, 4 de septiembre de 2013

Médicos y jerarcas proponen un instituto de evaluación en salud

Sostienen que se precisa “un elemento de análisis objetivo para mejorar” 03.09.2013



Un grupo de médicos y jerarcas de la salud, que se reúne desde hace tres años en el marco de las actividades del Instituto Nacional de Calidad (Inacal), propondrá la creación de un instituto de evaluación en salud, al igual que existe en el ámbito de la educación por ley desde 2010 y en funcionamiento desde 2012.
Según dijo a El Observador el ingeniero Gonzalo Blasina, director del Inacal y participante de esas reuniones, la percepción es que “falta información” sobre la gestión de la salud y se visualiza la necesidad de contar con “un elemento de análisis objetivo para realizar mejoras sistemáticas”.
Los integrantes de esa comisión –todos médicos, entre los cuales hay autoridades y ex jerarcas del Ministerio de Salud Pública y de ASSE, así como dirigentes gremiales, estudiarán en las próximas semanas el funcionamiento del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) para proponer en el Parlamento la creación de un Instituto Nacional de Evaluación en Salud (Inees).

Con todo respeto, me parece que si después de 3 años de reunirse para analizar la calidad de los servicios de salud, han logrado como producto de tanto esfuerzo, concluir que se necesita un Instituto Nacional de Evaluación en Salud, el resultado es lamentable y de muy poca calidad.
Si además sugieren que sea como el creado para analizar la calidad de la educación, no parece ser tan eficiente o el impacto de su gestión es bastante pobre.
  
Sostienen que las “quejas” que se realizan al Sistema Nacional Integrado de Salud son reflejo de que existe un “problema” y, les asista o no la razón, merecen ser analizadas.

Yo me pregunto La cantidad de muertes que han sucedido en el primer semestre de este año, ¿son apenas “un problema” o se parece más a un verdadero caos asistencial?

En ese sentido, los médicos entienden que un instituto que cuente con información objetiva podrá detectar errores frecuentes. “No para entrar en una lógica de castigo al culpable, sino para analizar y mejorar procesos”, indicó Blasina.

¿Hay procesos para mejorar o habrá procesos para crear?

El jerarca explicó que al castigar errores humanos (como olvidos o distracciones), se transmite que es mejor esconder que admitir. Además, Blasina sostuvo que en la salud no hay un solo responsable de las fallas: “Si uno trabaja 12 horas en la misma posición y se equivoca, ¿de quién es la culpa?”, cuestionó.
En estos tres años de reuniones la comisión se dedicó a alcanzar “consenso acerca de la información disponible”. Realizaron, por ejemplo, un análisis de las principales causas de los problemas que hay en la salud uruguaya. Así llegaron a la conclusión de que la mayoría de las causas tienen que ver no con la atención médica directa, sino con la falta de prevención, el sedentarismo, la dieta inadecuada, los factores ambientales y psicosociales.

Me quiero imaginar que ha habido un error en la interpretación de quien hizo la nota, porque resulta difícil de creer que hayan pasado 3 años para alcanzar consenso sobre las causas de los problemas. Si además concluyeron que la culpa la tiene la gente y no detectaron las enormes fallas que tiene el sistema, la pobreza de los resultados es alarmante.

Calidad en salud
La comisión de médicos del Inacal también ha discutido cómo mejorar la calidad en el sistema de salud. Analizaron las ventajas y las desventajas de aplicar las certificaciones y modelos que los expertos en calidad han desarrollado.
Sin embargo, resolvieron que “no hay una solución única para problemas diversos”, y que la forma de mejorar la calidad dependerá de cada centro de salud. “No es lo mismo una policlínica barrial que un hospital metropolitano”, ejemplificó Blasina.

En mi humilde opinión la calidad de los servicios de salud es bastante lamentable y lo digo como observador calificado porque la vida me ha puesto de los dos lados del mostrador.
En primer término, se puede asegurar que contrariamente a lo que implica la filosofía de la calidad, los servicios brindados por el sector lejos están de estar focalizados al cliente.
Si uno analiza con detención el foco de esa producción de servicios está en los prestadores, en sus necesidades y no en la gente.
Hay innumerables momentos de no calidad generados por falta de atención a las necesidades de los clientes.
Pensemos en los carros térmicos, en la entrada abrupta del personal para controles rutinarios independientes del estado del paciente, donde se le despierta sin tener en cuenta que recién se acababa de dormir, de los gritos del personal entre si, en los niños entrando solos a un block quirúrgico, en los no tan niños entrando a ese mismo block con una tremenda angustia y un enorme temor por lo que le van a hacer y teniendo que soportar verdaderos jolgorios entre el personal, etc.
Aquí sin lugar a dudas hay un tema de cultura del sector, que debe ser modificada, con capacitación específica, que les permita darse cuenta que la calidad pasa por otro lado y que si se ubican por un momento en la piel de los pacientes se darían cuenta de cuántas cosas no deberían hacer.

En segundo lugar me animo a decir que las certificaciones y modelos que los expertos en calidad han desarrollado, sirven para ordenar los procesos y corregir errores, haciéndolos más eficientes y de alguna manera mejorando la calidad.
Son muy buenas herramientas para la gestión, que permiten entre otras cosas lograr, con los mismos recursos mejores resultados.
Pero de muy poco sirven si la cultura del sector sigue igual.

Con toda franqueza creo que hay que generar acciones integrales que impliquen capacitación en calidad de servicios (un notorio deficit de la mayoría de los servicios que se prestan en el país) y por otra parte la implantación de las normas de calidad correspondientes que respalden la certificación de los servicios.

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