jueves, 16 de agosto de 2012


El Sistema Nacional Integrado de Salud II

Publicado en Búsqueda Nº1675 del 16/8/12

 Sr. Director

Llevo años escuchando a integrantes del gobierno actual y del anterior, hablar maravillas sobre el Sistema Nacional Integrado de Salud. Creo que deberíamos analizar de qué nos están hablando.

Cuando se nos dice que uno de los legados más relevantes del gobierno de Tabaré Vázquez es el revolucionario Sistema Nacional Integrado de Salud nos preguntamos por qué ocupa ese lugar en la mente de la gente. ¿Qué es lo revolucionario e innovador de esta reforma?  ¿Es en realidad una verdadera reforma? ¿Qué tenemos ahora que antes no teníamos?

Y para entenderlo mejor deberíamos empezar por analizar de qué nos están hablando cuando nos dicen que ahora tenemos un Sistema de Salud. ¿Antes no teníamos? Para responder deberíamos  analizar la definición de Sistema.

Un sistema es un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados que interactúan entre sí para lograr un objetivo.

Si ésta es la definición, estaremos todos de acuerdo, que lo que había antes de la reforma era un sistema, quizás diferente o no, pero sistema al fin.

Por lo tanto correspondería seguir con la segunda característica: “Nacional”. Nadie podrá discutir que lo que existía era tan nacional como lo de ahora, porque abarcaba a toda la población del país. Aquí aparece una de las banderitas que blandean los adoradores de la reforma: ahora el 100% de la población está cubierto por el sistema.
Yo pregunto ¿Cuándo un uruguayo no tuvo derecho a ser atendido? Jamás. Lo que sucedía era que para ser atendido gratuitamente debía realizar un trámite, absurdo pero real, antes o después de ser atendido, para demostrar que era pobre.
Tan absurdo era ese requisito que cuando pusimos en funcionamiento a la ASSE del MSP, eliminamos el requisito del carné de asistencia para ser atendid@ y no pasó absolutamente nada. Nadie se atendía en ASSE, como sucede ahora, si no tuviera razones económicas para hacerlo, porque jamás fue, ni lo es ahora, un servicio mejor que el mutual.

Seguimos sin encontrar novedad en la reforma.

En el pomposo título le sigue lo de “integrado”  y de eso menos que menos. Basta con ver la terrible superposición de servicios, sin el más mínimo intento de coordinación, que existe entre los servicios de salud del estado.
Seguimos viendo como, en el Cerro por ejemplo, en un área de muy pocas cuadras a la redonda hay servicios de ASSE del BPS, de la IMM, de la armada, del ejército y que yo sepa no ha habido el más mínimo intento de coordinación interinstitucional, como sería de rigor, para racionalizar el gasto estatal en salud y hacerlo mucho más eficaz y eficiente.

Así que de integrado nada.

Por lo tanto ¿qué nos queda?

Lo único novedoso es el sistema de financiamiento, que no es otra cosa que un DISSE (que ya existía) ampliado a límites inimaginables, por el que hay contribuyentes que pagan más que si pagaran el seguro privado más caro del país y donde, como contraparte, no reciben nada en especial. Han logrado imponer un aporte económico, a quienes perciben ingresos, de una magnitud, que siempre fue el principal obstáculo para alcanzar la meta de incorporar a toda la población al sector mutual.

En suma, recaudan muchísimo más llevando la presión fiscal a límites intolerables; con ello han reforzado los recursos a ASSE, sin lograr ninguna mejora sustancial de los servicios; han transferido beneficiarios de ASSE y del BPS, contra todas las ideologías de la izquierda estatizadora y no han logrado racionalizar en absoluto el derroche de recursos que hace el estado en la atención de la salud.

Si estoy equivocado pido por favor que me lo hagan notar, pero con toda sinceridad creo que éste es otro gran verso que la izquierda de Tabaré, Julita y Olesker le ha vendido a la población.

Dr. Jorge Parodi Bernardi

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